La medida afectará a millones de jubilados que verán reducidos los descuentos en sus medicamentos, pasando de una cobertura total a una que oscila entre el 40% y el 70%.
El anuncio llega en medio de la polémica por el veto presidencial a la ley que aumentaría las jubilaciones. PAMI justifica la decisión como un intento de mejorar la eficiencia y sostenibilidad del instituto, argumentando que durante años se han asignado subsidios a afiliados que no correspondían. Sin embargo, la medida ha generado críticas por parte de legisladores, especialistas en previsión social y representantes del sector farmacéutico.
Según la nueva disposición, solo mantendrán el 100% de cobertura los medicamentos para enfermedades crónicas o tratamientos especiales, como oncológicos, diabetes, VIH y otros padecimientos específicos. Para el resto de los fármacos, los jubilados deberán afrontar copagos que varían según el tipo de medicamento y tratamiento. PAMI asegura que los afiliados en situación de vulnerabilidad podrán acceder a un subsidio social, aunque no se han especificado los detalles de su implementación.
El impacto de esta medida ya se está sintiendo en las farmacias, donde se reporta que muchos jubilados se ven obligados a elegir qué medicamentos comprar debido a los altos costos. Profesionales del sector farmacéutico advierten sobre las consecuencias para la salud de los adultos mayores, señalando que algunos medicamentos esenciales, como antihipertensivos o antipsicóticos, han dejado de tener cobertura total.
La decisión de PAMI no solo afecta a los jubilados sino también a las farmacias, que enfrentan retrasos en los pagos por parte del instituto. Esta situación podría comprometer la prestación del servicio a largo plazo, añadiendo una capa adicional de preocupación al ya complejo panorama de la atención sanitaria para los adultos mayores en Argentina.
