De 10.000 operarios que se requieren hay 5000. Los finqueros dicen que hay menos trabajadores de Bolivia y los denominados “golondrinas” de las otras provincias del norte argentino.
La cosecha de aceitunas en La Rioja y Catamarca comenzó hace 10 días pero los productores alertan que no hay trabajadores suficientes. En la primera provincia se necesitan entre 10.000 y 12.000 personas, pero hay 5000 según declararon los productores al diario LA NACION.
Hasta el año pasado decían que la dificultad radicaba en los planes sociales que fomentaban vagos, pero desde agosto último el gobierno nacional dispuso que quienes los reciben pueden ser empleados en blanco mientras desempeñan esas actividades productivas sin perder los beneficios no contributivos que les corresponden.
Lo que decían menos es la miseria que abonan por ese tipo de trabajo. Según publicó el medio ya citado a partir de los testimonios de productores, el acuerdo cerrado con la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) para este año es de $240 en bruto por cajón recolectado (20 kilos de aceitunas) y en mano quedan unos $187. Un cosechero hace un promedio de 10 cajones diarios, con lo cual tendrían un jornal de 1870 pesos.
Con esas cifras, no sorprende que Patricia Calderón, presidenta de la Federación Olivícola Argentina, admitiera que se están moviendo los “golondrinas” que llegaban de Tucumán, Santiago del Estero y Salta. “No hacen la diferencia que esperan para que les rinda instalarse por unas semanas en La Rioja”. Lo mismo para los trabajadores que llegaban desde Bolivia: el pago “pasado a dólares no les rinde; ellos quieren girar el dinero a su país y los números no dan”.
De allí que otros productores como José Hilal, presidente de la Cámara de Industriales Olivícolas de La Rioja, declarara que ante la falta de gente se ofrece hasta $250 en mano, aunque admite que todo depende de la finca y sus características.