Ráfagas de hasta 80 km/h sembraron el pánico en Campo Quijano y sus alrededores. El fenómeno conocido como «viento toro» causó estragos en la infraestructura urbana y rural, poniendo en riesgo la seguridad de los residentes.
La mañana de este viernes se vio convulsionada cuando, poco después de las 7, violentas corrientes de aire comenzaron a azotar la región. Los vecinos del Portal de los Andes fueron sorprendidos por la fuerza inusitada del viento, que no tardó en dejar su huella destructiva. Árboles caídos, techos arrancados y cables eléctricos cortados fueron solo algunas de las consecuencias inmediatas que enfrentaron localidades como La Silleta, Villa Lola, El Encón y Las Lomitas.
En el corazón de Campo Quijano, el impacto fue particularmente severo. Un supermercado local sufrió la pérdida total de su techo superior, con las chapas metálicas volando más de 100 metros hasta aterrizar peligrosamente cerca de un parque infantil en la plaza Martín Fierro. «Por suerte fue pasadas las 8, cuando los chicos ya habían ingresado a clases», informaron desde la Comisaría 108, evitando por poco una tragedia de proporciones mayores.
La crisis se extendió rápidamente a diversos sectores de la comunidad. El suministro eléctrico se vio interrumpido en numerosos barrios, mientras que las instituciones educativas, como la escuela 4398 Bartolomé Mitre, se vieron obligadas a tomar medidas de precaución para garantizar la seguridad de sus alumnos.
Las autoridades locales, junto con bomberos y personal municipal, se movilizaron para asistir a los damnificados, en un esfuerzo por mitigar los efectos de este fenómeno climático.