Ayer declararon dos empleados de la estación de servicio ubicada en la rotonda de General Güemes. María Cash también fue vista allí antes de que se perdiera su rastro.
El fiscal general Eduardo Villalba reactivó la investigación luego de recibir nuevos informes del Cuerpo Especializado de Investigaciones. La reactivación concita la atención de la prensa nacional y según indica el sitio Infobae, nuevos informes del Cuerpo Especializado de Investigadores del Ministerio Público de Salta impulsaron al fiscal a revisar todas las hipótesis y testimonios presentes en el expediente.
La revisión incluye los testimonios motivados por las recompensas que el Estado ofreció a lo largo de los años. En ese marco, declararon nuevamente dos personas que dijeron ver a la joven antes de que desapareciera en julio de 2011 en Salta. Ambos testigos, eran empleados de la estación de servicio ubicada en la rotonda del cruce de Torzalito, en General Güemes.
Uno de ellos es Andrés Reyes, de 32 años. Según consignó El Tribuno, Reyes recordó que en ese momento trabajaba para un hombre haciendo mantenimiento en la YPF. “Ese día estaba pintando los troncos de unos árboles, en las rutas 34 y 9 de Torzalito, y vi a una chica que parecía estar perdida; golpeaba las puertas de los camiones, como si buscara algo o a alguien. La miré y en un momento me dijo: ‘No me miren, estoy bien. No estoy perdida, no estoy drogada’, y eso fue todo. Luego, la perdí de vista. Una semana después, vi un folleto de la búsqueda de María Cash. La estaban buscando. Yo dije: ‘Qué lo parió’”, sumó.
El otro testimonio fue el de Jesús Brito, de 76 años. Contó que vio a la joven desaparecida cuando hacía dedo. “Eran las 10 u 11. No la vi de cerca, estaba a unos 40 metros de distancia. Andaba haciendo dedo. Le habrá preguntado a unos seis o siete camioneros, pero ninguno la quería llevar. Ella tenía una mochila y un saquito”, relató.
“Como parte de esta nueva etapa en el expediente, se descartaron las pistas falsas, sobre todo, los falsos avistamientos que llevaron a callejones sin salida en la investigación. El fiscal general ordenó profundizar la investigación sobre los hombres que vieron por última vez a la diseñadora. Entre ellos se encuentra un camionero que afirmó haberla trasladado desde la rotonda de Torzalito hasta la gruta de la Difunta Correa, ubicada en la ruta 34. Los investigadores aseguran que este hombre tuvo un contacto cercano con la joven; sin embargo, también centran su atención en otras personas que conversaron con ella ese día” destacó Infobae.
El miércoles fue el turno de Ramón Crespín, de 80 años, y su hijo, de 46, propietarios de una gomería ubicada en la zona donde fue vista por última vez. El mayor de los testigos puso en duda la versión que dio el camionero que dijo haberla levantado y dejado en la gruta de la Difunta Correa.