De la gira entre los representantes de la oposición de los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) se llevaron un mensaje en común: que habrá que rediscutir el acuerdo si cualquiera de ellos llega a la Presidencia.
La comitiva del FMI estuvo conformada por el italiano Roberto Cardarelli y el jamaiquino a cargo de la oficina local del Fondo, Trevor Alleyne. A fines del año pasado se reunieron con Sergio Massa y esta semana lo hicieron con Juan Manuel Urtubey y el economista de confianza de Cristina Fernández, Axel Kicillof.
Perfil aseguró hoy que el planteo del salteño Urtubey y su equipo técnico (Fernando Yarade y Emiliano Estrada) fue antes de llegar a los fuertes vencimientos de 2022/23 es necesario reunir a todos los acreedores. “Es algo similar a lo que hizo Uruguay, que en lugar de defaultear, juntó a todos acreedores para evitar una negociación forzada y revisó plazos y formas de pago», indicaron allegados al mandatario salteño.
El economista del Frente Renovador Marco Lavagna –hijo de Roberto– también coincidió en que es necesaria la renegociación. Dentro de ese equipo también está Aldo Pignanelli, ex titular del Banco Central quien renegoció deuda con el FMI en el año 2002 tras el colapso de la presidencia de Fernando De la Rua. Pignanelli sostuvo que “lo primero que hay que hacer es extender los plazos”. A la reestructuración de plazos, Pignanelli le suma “algún tipo de control de importaciones y de salida de capitales especulativos”, para diferenciarse de la Administración actual. En esa línea también se ubica Lavagna padre, relevante para el FMI no solo como ex ministro sino como posible candidato a presidente.
Para Kicillof el actual acuerdo es “impagable” y también cuestionó la meta de déficit cero atada al acuerdo. Según trascendió el Gobierno y el FMI podría relajar esa meta a un 0,4% de rojo primario este año. Ese será un “waiver” que podrá asistir a Mauricio Macri en la campaña presidencial, donde el FMI no es un agente externo.