Tras el enorme operativo policial que desalojó a unas 90 familias guaraní en Colonia Santa Rosa (Orán), muchos de los desalojados fueron a casas de familiares o comedores de organizaciones sociales.
Un inmenso operativo policial que reunió a policías de Colonia Santa Rosa, Orán y Urundel avanzó sobre las precarias viviendas familiares de la Comunidad guaraní Cheru Tumpa. El periodista local Martín Rangeón dio detalles de lo ocurrido a CUARTO.
“Quienes fueron desalojados ocupaban un sector nuevo en el que comenzaron a instalarse este año. Personalmente, vi alrededor de 20 casas que estaban desarmando los policías. Se me hacía un nudo en el pecho del dolor que provocaba esa situación. Los miembros del pueblo originario quisieron exponer esa condición, pero no hubo caso. La verdad que la gente es como que se entregó y también empezaron a desarmar sus casitas”, relató.
La medida fue ordenada por la justicia a pedido de la propietaria del predio, Mirta de Manero, una familia que fue fundadora del pueblo y es conocida por la enorme extensión de tierras con las que cuenta. El aviso de desalojo les llegó a las familias el 3 de septiembre y se hacía extensivo a todos aquellos que de una u otra manera se vinculaban a las primeras.
El desalojo finalmente se concretó y tal como lo relató el periodista Rangeón, no tuvo la violencia del realizado en julio pasado. Cuando llegó la policía, varias familias habían comenzado a desarmar lo montado y a levantar sus pertenencias.
Algunas familias volvieron a convivir con otras en las casas paternas, pero otras no tuvieron esa posibilidad y quedaron ahí nomás, «en la intemperie, cuidando sus cosas. Pero cada dos por tres viene la policía y nos corre, que no tenemos que estar ahí», relató a la sección local del diario Página 12 el cacique Raúl Ceballos. Otras dos familias fueron acogidas en el merendero del Movimiento Evita, cuya referente local, Marina Balverdi, se ocupó todo el día ayer de asistir a los desalojados.
«Quedaron varias familias sin lugar donde vivir, nosotros hemos acomodado un par de familias. Muchísima gente que en realidad no tiene donde vivir, quedaron en situación de calle», contó Balverdi al mismo medio. Algunas personas se instalaron en la parte de atrás de Gauchito Gil. «Son cantidad de gente, cantidad de niños, fue horroroso ver la gente como desarmaba sus casas, gente llorando, gente desesperada. Una tristeza», lamentó.
El operativo se detuvo al mediodía, la comunidad no sabe las razones. «Acá desgraciadamente nosotros no entendemos mucho de leyes y acá en la Colonia la policía hace mucho abuso de autoridad», sostuvo Ceballos. La fiscala penal de Pichanal Sofía Fuentes, que interviene en el proceso penal y que en julio había pedido la detención de la comunera Yamila Beleizán, ahora se enteró del desalojo cuando ya se estaba concretando, según se informó desde el Ministerio Público Fiscal. Además, existía un proceso de mediación.