Lucio Paz Posse apoyó la incorporación del capítulo tabacalero en el cuerpo de la ley y demandó que las tabacaleras que hoy evaden tributos no puedan seguir haciéndolo.
Tanto Paz Posse como Pedro Pascuttini de la Cámara de Tabaco de Jujuy, pidieron resolver la situación de desigualdad tributaria. Hacían referencia a la negativa de Tabacalera Sarandí de pagar el impuesto mínimo afectando a la recaudación y los fondos que se coparticipan a provincias como Salta. El texto aumenta la tasa del impuesto interno sobre los cigarrillos del 70% al 73% y elimina el impuesto interno mínimo.
“Los productores tabacaleros en Argentina son empresarios PyME y están atravesando una situación extremadamente delicada”, sostuvo Paz Posse, quien explicó que “del valor del paquete del cigarrillo el 78% son impuestos y además tenemos hoy un impuesto mínimo”. “La ley que hoy tenemos vigente es la ideal, pero lamentablemente por artilugios jurídicos de distintas industrias, que en su momento eran muy pequeñas y hoy tienen más del 50% del mercado”, dijo en clara referencia al dueño de la Tabacalera Sarandi, Pablo Otero, también conocido como el Sr. del Tabaco.
El empresario detalló que “Argentina vende 1.800 millones de paquetes de cigarrillos por año, esto significa que el valor promedio hoy estaría en dos dólares, que son 3.600 millones de dólares que deberían recaudarse por la venta del cigarrillo. El 78% son presión impositiva, estamos hablando de 2.400 millones de dólares”.
“Si uno hace la proyección interanual, en el último año, tomando de marzo a marzo por ejemplo, no llegamos a los 600 millones de dólares. Esto es por la fuerte evasión fiscal a través de no solamente las medidas cautelares que presentaron para no pagar el impuesto mínimo, sino que se declaran ante la AFIP entre 120 y 300 pesos, y esos cigarrillos se están comercializando a 1.000 como mínimo”, señaló.
Para el representante de la Cámara de Tabaco de Salta “es fundamental legislar sobre la materia y resolver esta situación” porque “hoy es crítica la situación que viven los productores: ha incrementado la energía de una forma sideral, los costos de los repuestos, la mano de obra que viene rezagada y tienen los ingresos diezmados”.
“Dentro de la composición que recibe el productor, el 50% lo recibe por la venta del producto y el otro 50% era lo que recibía del Fondo Especial del Tabaco (FET), que hoy está diezmado de ingresos”, subrayó Paz Posse y agregó: “Es fundamental resolver la situación de fondo, porque hay una pérdida enorme al Estado nacional y sobre todo a los productores”.