La iniciativa busca replicar en la provincia lo que se dispuso para la Ciudad de Buenos Aires. También contempla una nueva tarea para los docentes: controlar que se cumpla la norma si el senado le da la media sanción restante.
La iniciativa correspondió al diputado de Rosario de la Frontera, Gustavo Orozco, que en lo central establece que se regule el uso de los teléfonos móviles durante los horarios de clase en los niveles primarios y secundarios. Las tareas del control, según el proyecto, recae en los docentes.
Puede que lo curioso del caso radica allí: se le otorga una nueva tarea al personal docente, aunque en lo central se trata de una tarea que desde hace años viene realizando con buenos y malos resultados. Conclusión: parecemos estar ante un proyecto que dice estar preocupado por un tema, pero al que no aporta ningún abordaje nuevo.
No obstante, las expresiones en favor y en contra fueron muchas: Socorro Villamayor dijo que se trata de una “ley que tiene una gran importancia, porque llevar hoy un celular a las aulas es un hábito y quien no lo lleva es considerado un extraño» y que la sociedad atraviesa «un uso exagerado de estos dispositivos»; del otro lado hablo Roque Cornejo de ahora Patria que – como buen amigo de los libertarios – considero que el proyecto se inmiscuye en las libertades individuales: «Estamos acá para regular el bien común, no para regular la vida privada de las personas ¿Por qué suponen ustedes que el niño no sabe qué es lo que quiere saber o cómo se quiere relacionar?», lanzó.
La única que reparó en la tarea docente y advirtió que el proyecto le genera mpas responsabilidades fue la representante de Metán, Nancy Jaime: «Todos queremos solucionar los problemas a través de los docentes y tienen 30 o 40 estudiantes por aula», dijo, «incluso hay estudiantes incluídos con diversas problemáticas que están a cargo de las docentes». Destacó que los dispositivos móviles son útiles para los y las estudiantes al momento de cuidar su economía y no gastar en fotocopias. «A las tareas los docentes los pasan en pdf al grupo de WhatsApp. Una cosa es analizar la problamática desde fuera y otra muy diferente desde dentro», reflexionó.