Científicos presentaron la herramienta Paisaje Óptimo para la Conservación del Yaguareté. En la actualidad quedan tan sólo entre 15 y 20 ejemplares debido a la deforestación y a la caza furtiva.
“Investigadores del Conicet y universidades públicas hicieron este lunes un llamado desesperado a las autoridades: el felino más grande de América ingresó en la etapa más crítica de su existencia en el Gran Chaco argentino” destaca un informe publicado por el sitio DiarioAR rubricado por la periodista Emilia Delfino.
La conferencia fue organizada por Greenpeace. Tres de los científicos presentaron Paisaje Óptimo para la Conservación del Yaguareté (POCY Chaco) que desarrollaron tras analizar la información acumulada desde hace dos décadas para intentar salvar al tercer felino más grande del mundo y el depredador tope que regula como ningún otro mamífero al ecosistema que habita.
El equipo está conformado por científicos de tres institutos diferentes del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de tres universidades nacionales de Argentina: las de Río Cuarto, Córdoba y Misiones.
Hernán Giardini, de Greenpeace, fue el moderador del encuentro. Sostuvo que “los científicos destacan la necesidad de frenar la deforestación para que la especie pueda sobrevivir en la región chaqueña. El trabajo deja claro cuál es el territorio a proteger del avance de las topadoras”. La organización ambientalista recordó también que el máximo tribunal del país tiene pendiente analizar un amparo presentado hace más de cuatro años en nombre del yaguareté para frenar los desmontes en Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Salta.
Las problemáticas que comprometen la existencia del yaguareté en el Gran Chaco argentino pueden reducirse a dos variables: la deforestación del bosque nativo para la extensión de la frontera agropecuaria y la producción de la industria taninera; y la cacería deportiva. El territorio del yaguareté se ha reducido en un 50% en todo el continente. Argentina es el país donde esa reducción de territorio caló más hondo.
El doctor Carlos De Angelo, investigador del Conicet en el Instituto de Ciencias de la Tierra, Biodiversidad y Ambiente (ICBIA), de la Universidad Nacional de Río Cuarto, sostuvo que la herramiento que desarrollaron construye un modelo preliminar de hábitat, localizando las zonas de bosque nativo que actualmente están conservadas en las condiciones óptimas para que el yaguareté pueda sobrevivir. Tomaron registros de los últimos 20 años -135 imágenes y localizaciones de ejemplares de este felino, casi todos machos- y buscaron determinar cuáles son las condiciones del hábitat en esos puntos: posibilidades de refugio, alimento y condiciones de traslado y del paisaje.
El yaguareté necesitan grandes extensiones de territorio de bosque nativo. Buscaron las zonas con ríos principales y sin cultivos. El resultado fue que al yaguareté le queda apenas el 3% del área estudiada en condiciones aptas para su supervivencia.
El felino también es amenazado por los conflictos con el humano, que termina cazando al animal por miedo, cuestiones culturales o por la matanza de ganado. Los científicos de Proyecto Yaguareté trabajan con los lugareños para evitar estas cacerías. Pero solicitan a las autoridades que tomen cartas en el asunto con la caza deportiva, algo que no ha mermado en el último tiempo, explicaron.