Los números suponen un 41,7% y un 10,3% respectivamente, porcentajes que supusieron una baja con respecto a lo medido para el primer semestre del 2020. La medición no incluyo las ciudades del norte provincial.
Las sensaciones son ambivalentes: por un lado, se puede celebrar la baja del porcentaje con respecto al primer semestre del 2020 cuando la pobreza alcanzo el 45,5% y la indigencia el 11,4% contra el 41,7% y el 10,3% del segundo semestre; por otro lado, los números siguen siendo alarmantes: los pobres de la provincia superan el cuarto de millón de personas y los indigentes las 66 mil personas. En comparación con las otras provincias del NOA, Salta tiene el segundo mayor índice, solo superado por Tucumán, que registra un 43,5%. La Rioja es la que menos mide en la región al tener un 35,3.
Lo indica la Encuesta Permanente de Hogares que realiza el INDEC a partir de la medición de 181.055 hogares ubicado en la Gran Salta y representan 638.285 personas. “Analizando la estadística, resultó más perjudicial para la provincia el período de gobierno nacional de Cambiemos, ya que en el segundo semestre de 2017 registraba una pobreza del 24,8%, que a partir de ahí iría siempre en alza hasta casi se duplicarse al final del gobierno de Mauricio Macri”, destacó la sección local del diario Página 12.
Con respecto a la baja de registrada al final de 2020 en medio de una economía con restricciones y la suba del índice de pobreza en gran parte del país, una hipótesis fuerte es la incidencia que el IFE en la provincia desde abril y que alcanzo a más de 350 personas, casi el 25% de la población. El INDEC aclara que “la incidencia de la pobreza y la indigencia resulta de la capacidad de los hogares de acceder a la canasta básica alimentaria (CBA) y a la canasta básica total (CBT) mediante sus ingresos monetarios”.
