El autor del proyecto es Andrés Zottos y busca favorecer a distintas regiones del norte argentino en donde el uso del aire acondicionado se vive como una necesidad y no como lujo.
“El proyecto es una suerte de reverso complementario de la Ley de Zonas Frías y el subsidio al consumo de gas en épocas invernales, que fue ampliado este año en el Congreso Nacional y, del mismo modo, será financiado en forma solidaria por las otras zonas que no tienen tal inclemencia climática”, destaca el parte difundido por el equipo de prensa del diputado. A tal efecto, Zottos propone la creación del Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de Energía Eléctrica para Zonas Cálidas, en base a un recargo del 5% en las facturas de aquellas zonas no abarcadas por la ley; y a los créditos que anualmente se le asignen en el Presupuesto General de la Nación.
La tarifa diferencial para todos los usuarios residenciales será equivalente al 70% de los cuadros tarifarios plenos establecidos y del 50% en el caso de titulares de la AUH, asignación por embarazo, algunas pensiones no contributivas, usuarios del monotributo social, del seguro de desempleo, empleados de casas particulares, veteranos de Malvinas y jubilados, pensionados y trabajadores en relación de dependencia con retribuciones menores a cuatro salarios mínimos, vitales y móviles. En tanto, los usuarios electrodependientes contarán con el 100% de la tarifa subsidiada.
En los fundamentos, el diputado Zottos sostiene que “los veranos en el NOA y el NEA son extremadamente calurosos y en la mayoría de las provincias que las integran se producen ‘olas’ de calor en una o más partes del extenso territorio que abarcan”; en tanto que el índice de temperatura promedio es superior en 5 grados al resto de la Argentina. Esto lleva -dice- a que la energía para climatizar el hogar sea una condición indispensable para vivir, siendo un contrasentido que hoy se paguen “facturas por servicio eléctrico mucho más altas que, por ejemplo, el AMBA”.