La oficialista Mónica Juárez resultó electa pero Andrés Suriani opera para removerla.
El día a día en la Cámara de Diputados se asemeja a un papelón. Ayer hubo un capítulo más después de que la oficialista Mónica Juárez fuera elegida como presidenta de la Comisión de Minería, Transporte y Comunicaciones.
La gestión de Esteban Amat al frente no sólo muestra la hegemonía de un saenzismo parlamentario que asocia política con acatamiento a lo que diga el gobernador sino que también hay internas impresentables.
Según difundió Informate Salta, después de que Juárez resultara electa, Andrés Suriani pegó el grito en el cielo ya que consideraba que él debía ser el presidente de la comisión.
El sitio relató que al parecer existía un acuerdo político que establecía que Suriani debía ser el presidente. El legislador provida no se quedó quieto y logró que dos diputados tacharan sus firmas del acta.
Al momento, entre reproches y discusiones subidas de tono, la situación no es definitiva. La presidencia de Juárez aún no está firme.
