Son 200 preadolescentes, adolescentes, grupos de hermanos, niños y niñas que viven en hogares de distintos puntos del país. Acá se presentan y expresan sus anhelos.
El deseo es simple y profundo: acceder al derecho fundamental de crecer dentro de una familia. El diario LA NACIÓN tuvo la brillante idea de publicar la forma como se presentan con la ilusión del tocar el corazón de potenciales adoptantes. Entre ellos hay varias salteñitas y salteñitos que se expresaron y acá lo reproducimos.
Andrés (11 años), Valentín (6) y Sandrita (6) escribieron: «Queremos estar los tres juntos y tener una familia que nos quiera y cuide». Se trata de tres hermanos, los dos más pequeños mellizos, que residen en un hogar de Tartagal y se busca priorizar que estén juntos.
Ayelén (11 años) escribió: «Me gustaría una familia que tenga hermanitas o hermanitos más chicos». Va a 4° grado de una escuela común con adaptaciones curriculares por su retraso intelectual moderado. Se busca familias que ya tengan hijos o hijas más pequeños. Pertenece a un pueblo originario.
Carolina (14 años) escribió: «Quiero una familia conformada por una mamá, sin hijos, sin importar la edad que tenga, dispuesta a cuidarme». Va a la secundaria y le va bien, aunque le cuesta un poco más matemática y física. No tiene problemas de mudarse a otra provincia. Tiene una hermana mayor con la que le gustaría vincularse.
Anahí (15 años) escribió: «Busco una mamá que quiera acompañarme con amor y paciencia». Va a la escuela secundaria, en este momento, de forma virtual. Preferentemente, se busca una familia monoparental femenina, que pueda brindarle mucho afecto y cuidados.
Rodrigo (7 años) escribió: «Me gusta el reggaeton, bailar y jugar al aire libre con mis amigos». Concurre a una escuela de educación especial. Realiza un tratamiento psiquiátrico con muy buena respuesta. Le haría muy bien desarrollarse en un contexto de afecto y contención.
Daniel (14 años) escribió: «Me gusta jugar al fútbol y la jardinería». Le gustan los deportes y nadar. Entrena en un equipo de fútbol barrial y juega torneos. La jardinería es una actividad que le hace muy bien. Avanza en terminar su educación primaria.
Lucio (15 años) escribió: «Me gustaría que me adopten para poder cumplir también mi sueño de estudiar». Genera buenos vínculos, tiene una escucha reflexiva y le gusta mucho estudiar. Tiene dos hermanos menores que fueron adoptados en un proceso anterior.
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