El casi 33 por ciento en el primer semestre de 2024 deriva de una parálisis de la obra pública y la inestabilidad económica. Empresarios auguran un panorama sombrío para los próximos meses.
La industria de la construcción en Argentina está experimentando una crisis sin precedentes, con una caída del 32,7% en el primer semestre de 2024, según datos publicados por el INDEC. Este desplome es consecuencia directa de las medidas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei desde el inicio de su mandato. A pesar de un leve repunte del 2,7% en junio respecto a mayo, el sector se encuentra un 35,2% por debajo de los niveles registrados en el mismo mes del año anterior.
Según el informe, la paralización de la obra pública ha sido el factor determinante en esta caída, situando la actividad un 27,5% por debajo de los niveles de noviembre de 2023. Los insumos más afectados incluyen artículos sanitarios de cerámica, mosaicos graníticos y asfalto, con disminuciones que superan el promedio del sector. Esta contracción ha impactado severamente en el empleo, con una reducción del 18,1% en los puestos de trabajo respecto al año anterior, a pesar de un ligero incremento mensual en mayo.
Las perspectivas para el futuro inmediato no son alentadoras. Una encuesta realizada por el INDEC a grandes empresas del sector revela expectativas desfavorables para el período julio-septiembre de 2024. En el ámbito de la obra privada, el 59,1% de las empresas prevé que el nivel de actividad se mantendrá estable, mientras que el 26,4% anticipa una disminución. La situación es aún más pesimista en el sector público, donde el 48,7% de las empresas espera una reducción en la actividad.
Entre los factores que explican esta tendencia negativa, las empresas destacan la caída de la actividad económica general y la inestabilidad de los precios como las principales causas. En el caso de las obras públicas, se suma la preocupación por los atrasos en la cadena de pagos. Estos elementos combinados pintan un panorama complejo para una industria que tradicionalmente ha sido un motor importante de la economía argentina.
La crisis en el sector de la construcción no solo refleja los desafíos económicos que enfrenta el país, sino que también plantea interrogantes sobre el impacto a largo plazo de las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei. Con una disminución del 8,1% en los permisos de edificación para obras privadas en mayo de 2024 comparado con el año anterior, la recuperación del sector parece distante, lo que podría tener repercusiones significativas en la economía nacional y el empleo en los próximos meses.