miércoles 22 de enero de 2025
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“Estamos viviendo una tortura” | Habló la madre del cadete muerto en la Escuela de Policía de Salta

Facundo Maita murió el domingo 10 de noviembre en la sede de esa institución ubicada en Villa María Ester. Todavía se investiga si se trató de un accidente mientras manipulaba un arma o si se trató de un suicidio como dice la policía.

Cintia Martínez recuerda haber despedido a su hijo aquel domingo dándole un antinflamatorio para calmar los dolores del entrenamiento, aunque ese día partió para hacer prácticas voluntarias. “Estaba contento por eso. El domingo anterior había ido a hacer tareas administrativas porque realmente tenía vocación de servicio. Siempre le gustó la Policía” declaró la mujer al sitio Tiempo Argentino.

La mujer dijo a ese medio que no sintió preocupación cuando siendo las 23 horas Facundo no volvía. Era habitual por las tareas que le daban, pero las alarmas se encendieron cuando su marido le comentó que había escuchado en las noticias algo sobre un accidente en la institución. Como el joven no contestaba los mensajes, ella decidió llamar al colegio. Cuando dio su nombre, le respondieron que un psicólogo iría a verla.

“No me dijeron cómo pasó. Lo del arma lo vi en las noticias: decía que un alumno se había disparado o que se le había escapado un tiro limpiando un arma. Esa noche no dormimos. Yo quería ir a reconocerlo, no me dejaron. Me dijeron que al otro día iban a hacer la autopsia. A las 13 dieron el certificado de defunción. Decía ‘tec (traumatismo encéfalocraneano) por arma de fuego’ y que fue a las 17, pero yo me enteré a las 23 por otro medio”.

En un primer momento, el fiscal interviniente indicó que “se habría tratado de una conducta autolesiva”, pero luego el expediente quedó “a caratular”. Todavía se sigue investigando. “La Policía dice que fue un suicidio y lo quiere cerrar. Pero como interviene la fiscalía y lo investiga, estamos con el abogado tratando de ver que el fiscal cambie la carátula. Tratan de decir que él tenía problemas psiquiátricos, barbaridades. Ellos tienen los estudios psicológicos que presentó cuando ingresó. Quieren cambiar la historia”, denuncia la mujer, y reclama que la directora del establecimiento y el oficial a cargo de su hijo sean apartados hasta tanto se esclarezca el caso. “Mi hijo no podía estar con un arma cargada, haya pasado lo que haya pasado”.

“Nosotros estamos viviendo una tortura todos los días desde que nos levantamos. Tratar de ver si alguien sabe algo, son días eternos. Les pregunté mucho a los compañeros más allegados. Si estaba triste, si había pasado algo, si se había peleado con alguien. Ellos dicen que no. Que Facundo estaba bien. Mi hijo fue a aprender y me lo devolvieron sin vida. Tienen que responder”, reclama Cintia.

La madre admitió que se reunió con el jefe de la Policía y con el ministro de Seguridad, pero que nada cambió nada. “Quiero ir hasta lo último. Los responsables de la escuela siguieron con sus funciones como si nada, el oficial a cargo de mi hijo siguió como si nada. A partir de ese día no tengo vida. Tengo dos hijas; a la nena de tres años todavía no pude decirle que su hermano ya no está. No sé cómo. Todo el tiempo viene mi familia y dicen ‘tenés que salir a hablar’. Pero da miedo. Uno no sabe cómo manejar estos temas”.

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