El ruidoso arribo sorprendió a legisladores y funcionarios nacionales y provinciales que recorrieron cientos de kilómetros para escuchar las problemáticas de la zona más pobres de Salta y el país.
Hay ascensos que son meteóricos. Ese parece ser el caso de la cafayateña Silvina Vargas. Hasta el 23 de diciembre ocupaba un cargo periférico en el gobierno provincial -Personal de Apoyo Nivel 5 con sueldo muchos más bajo de quienes tenían el mismo cargo Nivel 1-, para luego convertirse en Ministra de Desarrollo Social de la provincia.
El cambio de estatus se notó ayer en la asamblea de mujeres indígenas organizada por la lideresa wichi Octorina Zamora. La convocatoria surgió tras el femicidio de la niña Pamela Flores de 12 años. Denominada «Nehuayiè-Na’tuyie thaká natsas-thutsay-manses» (acompañemos a nuestras infancias y adolescencias) se realizó en la localidad de Pluma de Pato, en el extremo norte del departamento Rivadavia, pueblito en el que se encuentra Misión Kilómetro 2, la comunidad de Pamela.
El encuentro era claramente importante y por eso viajaron por vía terrestre hasta el lugar el ministro de Seguridad de la provincia de Salta Abel Cornejo; la diputada nacional Verónica Caliva; el titular del INADI Salta Gustavo Farqhuarson; e incluso la titular de la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes (NNyA), de la Nación, Marisa Graham, quien arribó el jueves a la capital salteña y se montó a un vehículo para recorrer los cientos de kilómetros que la separaban del extremo norte del departamento de Rivadavia.
La última de los funcionarios importantes que llegó fue justamente Silvina Vargas, quien sorprendió a todos por su arribo aéreo. Se supo que participó del encuentro y al finalizar el mismo se montó nuevamente al helicóptero y abandonó el lugar.
