El diputado nacional contó que obedeció la orden de su jefa partidaria.
En 2019, Martín Grande aseguraba que Juan Carlos Romero había acordado un «pacto de impunidad» con Juan Manuel Urtubey. Decía que le daba vergüenza compartir espacio político con el ex gobernador. Ahora, acata los deseos de su jefa y empezará a mostrase con él. Dejará de ser «el cadete de los salteños» en el Congreso y se volverá un soldado más de la causa macrista, sin importar si eso choca con las convicciones que asegura no entregar.
Grande y Romero hicieron «las paces» después de años de críticas y acusaciones cruzadas. Ambos legisladores nacionales pertenecen a Juntos por el Cambio y decidieron, finalmente, aliarse de cara a las elecciones.
Aunque en el caso de Martín Grande la palabra «decidir» no es la más exacta. El diputado nacional obedeció una orden de Patricia Bullrich. No le fue muy difícil. Quizás la única coherencia que haya tenido el diputado nacional en estos años haya sido la de cambiar de opinión sin importar las contradicciones. Fue antivacunas y ahora exige dosis. Pidió por «la libertad» pero criticó la falta de controles. Sólo le falta volverse albertista. Así que no tuvo problemas en realizar una vez más una vuelta en el aire para caer parado opinando lo opuesto a lo que venía pregonando.
«Se me ha pedido oficialmente que haga las paces con Juan Carlos Romero. Me he sentado a conversar, hemos charlado del futuro. Él me ha dicho que sus causas las va a solucionar en la Justicia y no va a quedar ninguna y que sería bueno que empecemos a trabajar por Salta», dijo Grande, que en su momento realizó una importante cobertura del escándalo de La Ciénaga que involucró al ex gobernador.
En el programa Agenda Abierta, Grande reveló que se reunió con Romero «hace tres meses». Y aclaró que la nueva unión «es una cuestión que debe mantenerse en la cordialidad lógica de dos legisladores que trabajan con un objetivo, pero no más allá».
