La posibilidad de que ocupen cargos en torno a la “educación emocional” quedó trunca y los trabajadores serán ubicados en tareas de acompañamiento y administración.
Luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación intimara a la Provincia no impartir religión en la currícula de escuelas públicas, se sembró una incertidumbre por el futuro de los docentes que estaban a su cargo. Si bien se especuló con que ocupen un lugar en lo que llamaron oficialmente “educación emocional”, las expectativas quedaron atrás.
Desde la cartera de Educación explicaron que esos trabajadores serán reubicados en tareas de “acompañamiento a las trayectorias escolares” o en “la gestión institucional”, según las vacantes que surjan en las escuelas. Por esa razón es que venían siendo capacitados en la cuestión.
En el texto oficial de la Resolución 5601 mencionan “la necesidad de garantizar la atención de la demanda educativa” y consideran el “escaso nivel de participación de los alumnos en las clases de Educación Religiosa” fruto de un relevamiento.
“Esta resolución es el paso que nosotros esperábamos para poder brindar estabilidad laboral a los docentes interinos de religión”, explicó a El Tribuno la Supervisora de Núcleo, Ana Herrero, sobre la decisión del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.
