La diputada nacional libertaria además aseguró que la causa, que una revista prestigiosa de Estados Unidos calificó como el robo cripto más grande de la historia, no implica un delito para el presidente.
La diputada nacional Emilia Orozco obedece a rajatabla el manual libertario. Mantiene su postura y va hacia adelante sin analizar razones. No importa que los argumentos estén a la vista.
Así es como Orozco termina defendiendo lo indefendible. Por ejemplo, la falsa entrevista que Javier Milei brindó la semana pasada en el canal TN.
En el programa Agenda Abierta, la diputada dijo que el presidente «fue boicoteado» durante la nota. Algo que, según consideró, demuestra que «no hay límites cuando se quiere destruir a alguien que hace las cosas bien».
Orozco no se detuvo en analizar que la entrevista fue, más bien, una pieza propagandística disfrazada de periodismo, algo que quedó en evidencia en el fragmento filtrado en el que se puede ver cómo Santiago Caputo y Javier Milei le dicen a Jonatan Viale lo que tiene que preguntar. En ese fragmento también se observa que entre todos tratan de mostrar una versión de la historia que no le traiga inconvenientes judiciales al presidente.
Pese a que el propio presidente reconoció que hay unos cinco mil afectados por el escándalo (aunque otras versiones hablan de muchos más), Emilia Orozco dijo que «en Salta nadie fue afectado y no hubo delito».
Para la diputada, el presidente sólo cometió «un error» y se puso a disposición de la Justicia, «algo nunca antes visto en la política». Lo cierto es que Milei dijo que la Oficina Anticorrupción, un organismo que depende de su gobierno, debía investigar.
Sin embargo, el «error» es bastante notorio. Esta semana se conoció un artículo de la prestigiosa revista Forbes, de Estados Unidos, que calificó al caso como «el robo cripto más grande de la historia».