Según un relevamiento, de los 257 diputados 29 todavía no deciden su posición. Los 116 legisladores que están en contra aventajan levemente a los 111 que están a favor. Estos últimos analizan modificaciones al proyecto para ganar más adeptos.
“Está muy parejo, será un final absolutamente abierto”, admiten en el Congreso los defensores del proyecto que deberán reforzar las negociaciones para sumar adeptos. La Iglesia, por su parte, dejó trascender su “preocupación” porque no descartan una aprobación en Diputados, posibilidad que veían más lejana cuando Mauricio Macri habilitó el trámite en la apertura de la Asamblea Legislativa el 1° de marzo.
“Por ahora, el grupo de los indecisos concentra a peronistas del interior, de provincias señaladas entre las más conservadoras como Santiago del Estero, Catamarca y Formosa, aunque también hay 16 del frente Cambiemos que no revelaron su postura. La Coalición Cívica de Elisa Carrió tiene por el momento a dos indecisos, mientras que la UCR y el PRO suman siete cada uno”, enfatiza el diario Perfil en su edición de hoy luego de hacer un relevamiento al respecto.
Desde la Comisión de Legislación General que comanda Daniel Lipovetsky revelaron a ese medio que estudian distintas modificaciones para tratar de convencer a la mayor cantidad de indecisos. Para la elaboración del dictamen del plenario de comisiones se incorporaría, entre otros puntos, la cláusula de objeción de conciencia para aquellos profesionales que no quieran realizar la práctica aunque se busca que en los establecimientos de salud se garantice la existencia de al menos un profesional que no se ajuste a la objeción de conciencia para poder practicar el aborto.
También se incluirá un plazo de tres días como “tiempo de reflexión”, que tendrá lugar entre el momento en que la mujer se acerca al hospital a manifestar su consentimiento por escrito hasta que se concreta el aborto; se impondrá la creación de “consultorías” no obligatorias para que las mujeres puedan sacarse dudas antes de tomar una decisión y se reforzarán las campañas de prevención del embarazo adolescente.
Se planea, además, eliminar del proyecto original el artículo referido a los casos de las adolescentes de entre 13 y 16 años, y se optará por dejar esa práctica bajo el rigor del Código Civil, que ya señala que “el menor de edad tiene aptitud para decidir respecto de ciertos tratamientos sobre su cuerpo”. Otra de las opciones es bajar de 14 a 12 semanas de gestación el plazo límite para interrumpir el embarazo, aunque ese cambio todavía no figura entre los que integran la lista definitiva de propuestas con las que se buscará conquistar diputados.