miércoles 30 de abril de 2025
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“De ellos solo espero más crueldad” | Hija de desaparecidos salteños opinó sobre el video negacionista difundido por los libertarios

Fue la respuesta que dio Victoria Montenegro al ser consultada por el material audiovisual que difundió el gobierno nacional en un nuevo aniversario del Golpe de Estado de 1976.

Al igual que el año pasado, el gobierno de Milei difundió un video institucional que dura 20 minutos por el Día de la Memoria. Allí reafirma su visión negacionista del terrorismo de Estado. Esta vez el protagonista del material provocador fue el escritor de ultraderacha Agustín Laje. Cuando los rumores daban cuenta del mismo, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en la Legislatura porteña, Victoria Montenegro, fue consultada al respecto. “De esta gente solo espero más crueldad”, fue la tajante respuesta de la mujer que es hija de militantes salteños desaparecidos por la última dictadura militar.

Roque Montenegro e Hilda Torres eran de Metán. El primero era el menor de ocho hermanos y durante su niñez conoció a Hilda. Siendo adolescentes integraron un movimiento de Boy Scouts, comenzaron un noviazgo y empezaron a militar en la Juventud Peronista. «Al igual que muchos jóvenes metanenses, se vincularon luego a Luis Eduardo Rizo Patrón, un profesor de matemáticas llegado desde Santiago del Estero que era amigo de Mario Roberto Santucho, uno de los fundadores del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y comandante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), organizaciones a las que los dos jóvenes se sumaron», recordó Germán Ulrich en un largo artículo publicado por el sitio Haroldo en marzo de 2018.

A partir de septiembre de 1974 la escalada represiva se intensificó. Hilda fue detenida en Tucumán y luego liberada, pero junto a Roque partieron hacia Buenos Aires donde siguieron militando y se establecieron en una casa de William Morris, en el partido bonaerense de Hurlingham. El 31 de enero de 1976 nació Victoria Montenegro Torres en el Hospital Israelita de Buenos Aires y unos pocos días más tarde, el 13 de febrero, los tres fueron secuestrados por una patota encabezada por el coronel Herman Tetzlaff, quien se apropió de la beba Victoria que luego de 40 años recién pudo saber que no era hija del militar, sino de los militantes salteños que ese militar asesinó.

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