El aumento de precios estuvo impulsado por la suba de los alimentos, en particular la carne, y los servicios de vivienda. A pesar de la desaceleración interanual, el IPC volvió a mostrar una leve aceleración mensual.
La inflación de febrero se ubicó en el 2,4%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), superando por una décima las expectativas del mercado. El aumento estuvo marcado por el encarecimiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que registraron una suba del 3,2%, con la carne y sus derivados como los principales impulsores. Además, el sector de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registró un incremento del 3,7% debido a ajustes en tarifas y alquileres.
Pese a la leve aceleración mensual respecto al 2,2% de enero, la inflación interanual continúa desacelerándose y se ubicó en el 66,9%, tras descontar el impacto de los meses anteriores. Este dato marca el sexto mes consecutivo de desaceleración en la variación anual del índice de precios al consumidor (IPC), que había alcanzado el 20,6% en enero de 2024.
Las regiones más afectadas por la suba de la carne fueron la Patagonia, con un incremento del 9,7%, y Cuyo, con el 9,3%. Otras zonas también registraron alzas considerables, como el Noroeste (8,1%), el Gran Buenos Aires (7,6%), la región Pampeana (7,1%) y el Noreste (5,6%). La persistencia de aumentos en los productos básicos sigue generando presión sobre el poder adquisitivo de los hogares.