Junto a su pareja y un tercer sujeto tramitaban el subsidio de 10 mil pesos a aborígenes y personas de escasos recursos para luego quedarse con un porcentaje del dinero.
La noticia llegó a medios nacionales que evidenciaron su asombro ante las declaraciones de los involucrados que admitieron haber realizado las estafas, pero dijeron que habían realizado las maniobras «para ayudar» a los beneficiarios del subsidio de emergencia. Uno de los detenidos es el presidente del club, Jorge Moya, quien es sindicado como el cabecilla de la banda que estafaba a beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) programado en el marco de la pandemia para asistir a familias vulnerables.
Fuentes judiciales confiaron al diario LA NACION que los detenidos operaban con dos modalidades: actuaban como intermediarios para cobrar el subsidio reteniendo para sí una importante parte del dinero y también obtenían datos de miembros de las comunidades originarias y directamente les robaban el importe completo de la IFE que les correspondía. “El descubrimiento de la estafa genera preocupación porque podría replicarse en decenas de lugares geográficamente aislados y económicamente abandonados”, destacó el medio citado.
«Las comunidades aborígenes están a merced de los punteros políticos, que les sacan la plata y se enriquecen. El grado de vulnerabilidad es tal que las víctimas terminan agradeciendo a sus propios estafadores», declaró el titular de la Unidad Fiscal Salta, Eduardo Villalba, que coordinó las medidas judiciales junto a la fiscalía federal Nº12 de la Capital Federal.
Para justificar el desvío del dinero, los delincuentes utilizaban los registros legales del club Central Norte, del que eran directivos. Según informaron fuentes oficiales, las sumas de las estafas iban de los 1000 a 2000 pesos, que figuraban «como pago de aportes o cuotas de los beneficiarios al club, para lo cual primero los afiliaban como socios de esa entidad».
La investigación comenzó por una denuncia de la Anses en Buenos Aires y luego que la ministra de Seguridad de la nación, Sabina Frederic, diera expresas instrucciones para que seamos inflexibles con quienes se aprovechan de quienes más necesitan. Por otro lado, los investigadores describieron que las estafas se realizaron «en lugares muy pobres, casi sin servicios básicos, donde es muy fácil aprovecharse de los habitantes». De hecho, se detectaron casos en los que este grupo de estafadores, además de retenerles el dinero, obligó a las víctimas a realizar trabajos no remunerados bajo la amenaza de quitarles el IFE. Durante los allanamientos, los agentes incautaron fotocopias de DNI.