Son de Misión Carboncito, en Embarcación. «Hace como veinte años que nadie nos ofrece la posibilidad», dijeron.
Familias originarias de Misión Carboncito, en Embarcación, al norte de nuestra provincia, reclaman por una vivienda digna. Pero ni siquiera piden algo que en cualquier ciudad sería considerado lo mínimo. «Aunque sea una casa precaria», dicen.
Nuevo Diario informó este martes que las familias de Misión Carboncito subsisten en una situación de extrema vulnerabilidad. Esta comunidad wichí padece un contexto totalmente adverso y sin respuestas concretas por parte del Estado.
El matutino cita un informe del portal Telesisa, que visibiliza las demandas de las comunidades originarias de todo el país. Allí, las mujeres expusieron una de las problemáticas centrales, que están vinculadas con el acceso a la vivienda.
«Hacemos nuestra casita juntando nylon de las fincas», declara Claudia, una de las entrevistadas, recordando que el reclamo por la vivienda ha sido trasladado a lo largo de los años a todos los estratos del gobierno, ya sea municipal, provincial y nacional, sin lograr una solución, y «evidenciando una discriminación histórica».
«Es urgente que se atiendan estas demandas a través de políticas públicas reales, eficientes, con perspectivas de derechos humanos, género e interculturalidad, porque la situación es de total abandono, ya que vivimos bajo techo y paredes de plástico, que con una simple tormenta quedan arrasados», señaló la mujer.
Claudia dijo que «hace como veinte años que nadie nos ofrece la posibilidad de una vivienda digna».
Otra mujer, Mirta, de la comunidad qom, agregó: «Pedimos aunque sea una casa precaria. Vamos y venimos al municipio pidiendo, luchando, por un lugar para vivir con nuestras familias».