El juez Francisco Mascarello consideró que no había pruebas suficientes para condenar a los cuatro agentes que trasladaron al fallecido en la caja de una camioneta.
Cuatro policías que estaban imputados por los delitos de homicidio culposo e incumplimiento de los deberes de funcionario público, en relación con la muerte de un joven que fue detenido por un caso de violencia de género, fueron absueltos por el juez Francisco Mascarello, vocal de la Sala VII del Tribunal de Juicio de Salta. El magistrado aplicó el beneficio de la duda a favor de los uniformados, al considerar que no había elementos suficientes para demostrar su responsabilidad.
El hecho ocurrió el 21 de junio de 2019 en el barrio Rosedal de la ciudad de Salta, cuando los policías llegaron al domicilio de la expareja del joven, quien había llamado al Sistema de Emergencia 911 por una agresión. Al llegar al lugar, los agentes procedieron a demorar al muchacho, que se resistió al arresto y mostraba signos de estar bajo los efectos del alcohol o alguna sustancia. Lo trasladaron a la subcomisaría de Villa Asunción en la parte trasera de una camioneta, con las manos esposadas detrás de la espalda. Al llegar a la dependencia, el joven ya estaba sin vida.
Según la autopsia, la causa de la muerte fue “delirio agitado producido por consumo de cocaína y asfixia restrictiva por compresión torácica”. La víctima era de contextura robusta y de gran porte, lo que habría dificultado su respiración durante el traslado, explicaron los uniformados en el juicio. En el mismo vehículo, en la cabina delantera, iban su expareja y sus hijas, quienes fueron testigos del hecho.
El fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Gabriel González, había acusado a los policías de haber actuado con negligencia e imprudencia, al no brindarle al joven las condiciones de seguridad y salubridad necesarias durante su detención. La defensa de los imputados, a cargo de Pablo González y Alberto Albornoz, sostuvo que los agentes cumplieron con su deber y que no tuvieron intención de causarle daño al fallecido.