El caso de Analía Ibáñez Sierra generó una gran movilización de rescatistas. Hoy, la protagonista de la historia cuenta los padecimientos que vivió tras extraviarse en el cerro Pacuy, en Rosario de Lerma.
El año pasado, el caso de Analía Ibáñez Sierra, una psicóloga salteña de 47 años, fue noticia nacional. Se había extraviado mientras descendía del cerro Pacuy, en Rosario de Lerma. Estuvo casi tres días desaparecida, hasta que un grupo de unos cincuenta rescatistas la encontró y logró salvar su vida.
Durante el descenso realizado en la oscuridad de la noche debido a que se había extraviado del camino, Ibáñez Sierra sufrió una caída que le provocó golpes en la cabeza y el hombro, una costilla quebrada, fisura en el esternón y un edema óseo en una rodilla.
A las pocas horas, la docente de la Universidad Católica empezó a tener alucinaciones. “Empecé a ver gente, una casa de campo, autos, cosas extrañas. Mi estado era estado de conmoción, tenía la conciencia alterada. Ni siquiera registraba que tenía puesta la mochila, donde llevaba comida, frutos secos, un botiquín», le dijo al portal Infobae.
Con el correr de las horas su estado iba empeorando. «Tenía mucha sed y no podía tragar saliva. Lo había intentado, pero sentí que me asfixiaba. Se me habían secado las paredes de la garganta», recordó.
Mientras tanto, la búsqueda ya había comenzado. Fue hallada el miércoles 19 de agosto a las 15.30, casi tres días después de haberse extraviado. El portal recordó que entre unas 50 personas alternaron la carga de la camilla y caminaron 15 kilómetros por sendas muy angostas -en tramos con espacio solo para una persona- en un terreno sinuoso.
«Me iban hablando, no dejaban que me duerma. Hacía tanto frio que no se podía poner suero porque la vía se congelaba. Estaba envuelta en una bolsa de dormir y adentro me pusieron botellas con agua caliente», dijo la mujer, que luego estuvo cuatro días internada y tardó un mes para recuperarse.
