La imputada aceptó su responsabilidad en los hechos y recibió una pena de prisión en suspenso. Deberá cumplir reglas de conducta estrictas durante tres años.
Una joven de 22 años fue condenada a tres años de prisión de ejecución condicional tras admitir su responsabilidad en dos hechos de robo calificado por el uso de arma, cuya aptitud no fue acreditada. La sentencia se dictó en el marco de un acuerdo de juicio abreviado presentado por la fiscalía, la defensa y la imputada, quien aceptó tanto los hechos como la pena propuesta.
El juez de Garantías que intervino en la causa dispuso además reglas de conducta para la condenada. Durante los próximos tres años, tendrá prohibido acercarse o ejercer actos de violencia contra las denunciantes, deberá abstenerse del consumo de estupefacientes y abuso de alcohol, y someterse a un tratamiento por adicción a sustancias.
Uno de los hechos ocurrió el 28 de octubre pasado, cuando la imputada, junto con un cómplice, asaltó a una menor de 14 años frente a un colegio. El hombre, armado con una pistola, exigió que la joven entregara su celular, lo que provocó que la víctima se lo diera por temor. La madre de la menor (que había acompañado a su hija al colegio) al percatarse del asalto, logró detener a la acusada con la ayuda de un transeúnte, mientras el cómplice huyó.
La intervención inmediata de la policía permitió esclarecer los hechos, y la imputada asumió su responsabilidad en la audiencia judicial. El cumplimiento de las medidas impuestas será supervisado durante el plazo de la condena, cuyo objetivo principal es evitar la reincidencia y facilitar la reinserción social de la joven.