La situación de la planta industrial generó un llamado urgente a la intervención gubernamental. El legislador Pailler solicitó acciones inmediatas ante la posible pérdida de fuentes laborales.
El cierre parcial de la refinería de Campo Durán fue llevado al recinto legislativo por el senador provincial Manuel Pailler, quien alertó sobre el riesgo inminente para 500 familias que dependen directa e indirectamente de esta fuente laboral. La empresa Refinor aún no ha emitido comunicados oficiales, aunque la información circula internamente entre trabajadores.
La medida empresarial dejaría a la planta operando únicamente con el refino de gas, desactivando las unidades de procesamiento de petróleo crudo que producen nafta, gasoil y gas licuado. Estos productos son considerados insumos estratégicos para la matriz energética regional.
«No solo pierden el sueldo, sino también la obra social, la jubilación y toda una red de derechos», expresó Pailler durante su intervención, solicitando que tanto el Gobierno de Salta como los legisladores nacionales tomen cartas en el asunto con urgencia. El senador también pidió que el Ejecutivo Nacional revise la decisión.
Ya existe un programa de retiros voluntarios al que se habrían adherido unos 90 trabajadores, principalmente aquellos cercanos a la jubilación. Sin embargo, Pailler enfatizó que el objetivo es «mantener activa la fuente laboral, no administrarla para cerrarla», comprometiéndose a iniciar gestiones con autoridades nacionales y representantes de YPF, empresa accionista de Refinor.
