Ocurrió en Tartagal, donde una joven de 20 años se quitó la vida. La familia apunta a una deuda con colombianos que venían atosigando a la muchacha hasta que tomó la drástica decisión.
El Tribuno da cuenta de esta penosa situación y apunta, mediante las declaraciones de la madre la joven, a un grupo de prestamistas colombianos que actúan en la ciudad de Tartagal y tienen tratos con muchos comerciantes del mercado de pulgas, donde Dalma (20) arrendaba un puesto.
Además de ser madre de dos niños, estudiaba y trataba de ganarse el pan pero las deudas hicieron que recurriera a un préstamo de 15 mil pesos que luego no pudo devolver, y ante las constantes amenazas (incluso temía por la vida de sus hijos), no supo manejar la presión y se quitó la vida días atrás.
Catalina (40), madre de Dalma, comentó: “Mi hija estaba muy asustada; se lo dijo a la pastora Ángela, que los colombianos la amenazaban con quitarle los hijitos y hacerles cualquier cosa si ella no devolvía el dinero que le habían prestado (…) Lo que pude saber es que Dalma pidió esa plata y como no podía devolverlo estas personas comenzaron a hostigarla por medio de mensajes. En su teléfono tenía los mensajes amenazantes y se los reenvió a otras chicas que eran sus amigas, y también a la pastora evangélica”.
“Ella había puesto un localcito en la calle España y por ahí pasaban todas las semanas a cobrarle, pero hacía una semana que no iba porque tenía miedo por las amenazas y las advertencias de esos hombres”, comentó la madre de Dalma, quien ahora teme por las consecuencias que podrían darse luego de la decisión de su hija, y asegura que no conoce a los prestamistas, pero que ha escuchado versiones oscuras de lo que hacen.
