Hizo un balance de su paso por el Concejo Deliberante. «Muchas cosas no se aprobaron porque era yo», declaró.
Tras abandonar el Concejo Deliberante entre lágrimas la semana pasada, Candela Correa no descansa y asegura que ya tiene un puesto en el Gobierno de la Provincia.
«Voy a seguir trabajando. Me va a tocar estar en una parte diferente, viajando por el interior de la provincia, con políticas públicas para el Gobierno de la Provincia. Confío en nuestro gobernador», dijo la ex edil este martes, aunque no aclaró qué puesto tendrá ni tampoco habló qué tipo de políticas públicas realizará.
En el programa Agenda Abierta, Correa hizo un balance de sus dos años en el Concejo Deliberante. Aseguró que su figura de influencer no fue bien vista y generó oposiciones a sus proyectos. «Muchas cosas no se aprobaron porque era yo», declaró.
«Dejé cincuenta proyectos en el Concejo. No quería que mi paso sea en vano. Hoy están vigentes algunas resoluciones pero no aprobaron casi ninguno. Presenté crear un defensor de las infancias y no prosperó», explicó, y consideró que «la política nos aleja de la gente». «No tienen que meternos a todos en la misma bolsa. Hoy el virus más grande es la corrupción», señaló.
Además, se refirió al episodio del viernes pasado, cuando se fue del Concejo llorando porque le habían cambiado la cerradura del que había sido su despacho: «No había apuro en desocupar la oficina porque ahora los concejales entran en receso. Dejé de ser edil pero soy un ser humano que tienen que seguir respetando. Lo había acordado con los administrativos».
Correa dijo que la llave del despacho era para Malvina Gareca, «una mujer que me venía atacando en toda la campaña».
«Tenemos que ser más respetuosos. Yo lo había hablado con Guillermo Kripper. Cuando ingresé al Concejo estuve dos semanas en el pasillo sin oficina», insistió.