Un informe se adentró en la finca del primo del Jefe de Gabinete nacional: Alejandro Braun Peña. Desmontó nueve mil hectáreas y amenazó a ecologistas con gastar “tres palos verdes” para destruirlos mientras su abogado les advirtió que en otros tiempos hubiera actuado como el empresario que asesinó a José Luis Cabezas.
La noticia de cómo Braun Peña apretó a militantes de Greenpeace que monitoreaban desmontes ilegales en el norte de Salta se conoció hace un mes, aunque ahora un corto documental volvió sobre el tema. Greenpeace Argentina había denunciado incluso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que “personas de estrecho vínculo con el Gobierno nacional” habrían perpetrado una serie de ataques contra sus máximos dirigentes con el fin de amedrentarlos y dificultar sus actividades a favor del medio ambiente.
Ante ello, Greenpeace había solicitado que la CIDH le pida informes al Gobierno “a fin de que este clarifique sus vínculos con las afrentas sufridas y su relación con los agresores”. La entidad identificó al primo del jefe de Gabinete nacional, el empresario Alejandro Braun Peña, dueño de la llamada “Finca Cuchuy” donde Greenpeace lideró una campaña para evitar el desmonte de bosques nativos, lo que derivó en un cruce de cartas documentos y el llamado a una mediación que se celebró el 8 de marzo pasado.
Durante esa mediación, Braun Peña les reclamó a los directivos de Greenpeace, Martín Prieto, Hernán Giardini y Natalia Machain, que sus acciones le habían causado daños y perjuicios, cuando él había dedicado mucho tiempo para convertirse en “uno de los empresarios más ricos del país pero también para estar en las sombras y ser uno de los más desconocidos”. A continuación, según el relato que Greenpeace elevó a la CIDH, Braun Peña les dijo: “Como ustedes hicieron la campaña enfocada en lo personal y dañaron mi imagen, voy a gastarme 2 o 3 palos verdes para joderlos a ustedes”, a lo cual su abogado añadió: “Tengan en cuenta que por suerte estamos en otra época del país. Él no es Yabrán, sino imagínense. Es un empresario serio que apuesta por el país”.
El abogado de Braun Peña se llama Pablo Horacio Guglielminotti e integra el estudio jurídico “Romero Zapiola, Clusellas & Sluga Abogados”, que integró hasta diciembre de 2015 el actual secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Pablo Clusellas.
En las cartas documento que intercambió con Greenpeace, Braun Peña afirmó que él respetó “al pie de la letra todas las exigencias que se hubieren impuesto” en cada uno de los expedientes administrativos vinculados a la Finca Cuchuy, como así también “al íntegro resguardo de todas las normativas municipales, provinciales y nacionales vigentes y aplicables en la materia, incluida la citada Ley de Bosques”. Por el contrario, Braun Peña consideró que fueron los activistas y directivos de Greenpeace quienes afirmaron “dichos vejatorios” y “agresiones” contra él, “a título personal”, todo lo cual además le causó un “daño reputacional”.