miércoles 11 de diciembre de 2024
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Urtubey en España | «Argentina ya no quiere vivir más caídas de presidentes, Macri acabará el mandato»

El diario español El País presentó al salteño como parte del peronismo moderado y un presidenciable. Habló de la delicada situación del país, del regreso del F.M.I. como símbolo del fracaso dirigencial, su proyecto de armar un frente que trascienda al peronismo y del aborto.

Los españoles no dudaron en calificar a Salta como “una de las provincias más pobres de Argentina”, a la vez que calificaba al gobernador salteño como “un peronista moderado que siempre se coloca entre los posibles candidatos en las elecciones presidenciales de 2019 para agrupar a la oposición en una candidatura alternativa a la de Cristina Fernández de Kirchner”.

La entrevista que a continuación reproducimos, se dio en el marco de la participación de Urtubey junto a personalidades como Barak Obama de la cumbre sobre innovación tecnológica y economía circular de la que Salta, dicen los españoles, es pionera. Urtubey se mostró preocupado por la situación argentina tras la petición de ayuda al FMI pero cree que no habrá estallido social y que Mauricio Macri podrá terminar su mandato en 2019 cuando llegue la hora de los peronistas.

“¿Cómo está Argentina?”, fue la primera pregunta que abrió la entrevista al salteño quien reconoció que “la situación está complicada. En la Argentina tenemos que tomar la decisión de resolver problemas históricos. En los últimos 61 años tuvimos siempre déficit fiscal salvo en 5. Esto no es ideológico, es práctico. El desafío es ordenar las cuentas. Yo soy optimista, creo que la Argentina va a salir, porque creo que es un país que está tomando conciencia de la necesidad de resolver problemas estructurales que siempre pateamos hacia adelante”.

P. ¿Es real el riesgo de que Macri acabe destituido?

R. No, no es real. Hay un expreso acuerdo en la política argentina de colaborar para que al Gobierno de Macri le vaya lo mejor posible. Desde la oposición nosotros vamos a ayudar, aunque no cogobernamos. La Argentina ya vivió procesos de ese tipo, con caídas de presidentes, y fue muy traumático. No lo queremos volver a vivir.

P. Pero una parte del peronismo sí quiere derribar a Macri, ¿no? Ningún presidente no peronista terminó su mandato en Argentina.

R. Es cierto, el más cercano fue [Raúl] Alfonsín, que terminó seis meses antes en un caos complicado. Puede ser que haya alguna parte del peronismo que quiera voltear a Macri pero nosotros estamos comprometidos para que pueda acabar su mandato. El problema es que el Gobierno ha construido artificialmente una fortaleza del sector más radicalizado alrededor de la expresidenta Cristina Kirchner. Les funcionó bien para las elecciones pero generó un gran problema. Ese sector no tiene fuerza para voltear a Macri pero tampoco para volver al poder.

P. ¿Cómo ha sentado el regreso del FMI a Argentina?

R. Para nosotros fue traumática la historia del FMI. Hay una especie de herencia cultural, cuando aparece el FMI nos asustamos. La llegada del FMI es la expresión del fracaso de la dirigencia argentina, no pudimos acordar políticas públicas entre nosotros sin necesidad de intervención foránea. La Argentina ha abusado de la política monetaria como único instrumento. Si siempre hemos hecho lo mismo y nos fue mal, ¿por qué ahora nos iba a ir mejor? Con tasas de interés del 50% es imposible que haya inversión productiva. Como no se hizo nada, el mercado resolvió lo que no hizo el Estado.

P. ¿Será usted el candidato del peronismo?

R. No alcanza solo con el peronismo. Hay que construir un frente más amplio. Un problema de la Argentina es el bajo nivel de institucionalidad, y el peronismo tiene mucha responsabilidad en eso. Tenemos que crear una alternativa superadora sin Cristina Kirchner, que pase por arriba de la grieta, de esta dicotomía entre Macri y Cristina que está deteniendo el crecimiento de Argentina. Y ahí iremos con el candidato más competitivo. Podré ser yo o cualquiera, pero no se puede construir un espacio sobre la base de una persona. Eso ya lo hicimos y nos fue mal. En Argentina en la política, en la institucionalidad, hasta en el fútbol, tenemos que salir del personalismo. Argentina necesita un peronismo moderno, razonable.

P. ¿Macri debería hacer un gran pacto con el peronismo para resistir?

R. Ya ofrecimos un gran pacto al inicio. No hubo voluntad. Hoy pareciera que se está avanzando en un gran acuerdo para ver cómo logramos competitividad, como ordenamos las cuentas del Estado.

P. Usted es uno de los grandes apoyos de Macri desde la oposición. ¿Le ha decepcionado?

R. No, no, yo sigo apoyando. Yo apuesto a una nueva Argentina en la que la estrategia de la oposición no puede ser que al Gobierno le vaya mal. La competencia no se debe dar en quién es peor sino quien es mejor para Argentina. El problema es que el Gobierno privilegió el enfrentamiento con Cristina y hoy se ven las consecuencias. Ella no puede volver al poder por la imagen negativa que tiene.

P. Usted está en contra de la nueva ley del aborto y sus senadores son clave. ¿La tumbarán en el Senado?

R. Creo que se perdió la posibilidad de ir a puntos de encuentro. Algunos senadores están planteando modificaciones en la ley que puedan acercar las posiciones. La actual situación de penalización no se sostiene, hay una enorme mayoría de argentinos que quiere cambiar la ley del aborto, pero hay resistencias. Exploremos un punto intermedio.

P. ¿Por qué Argentina no puede tener una ley del aborto como España o casi toda Europa, incluida Italia, el país del Papa?

R. Se está planteando una instancia previa a la despenalización. Creemos que una instancia intermedia en Argentina, por su formato cultural y demás, podría abrir un proceso gradual. Pero yo no he dado instrucciones a mis senadores. Yo no presiono. En Diputados yo planteé una posición contra la ley y los legisladores de mi provincia votaron de otra manera. Yo nunca estuve en posición radical contra la despenalización del aborto. No puede ser que la mujer sea encarcelada por abortar. Pasó en mi provincia y armamos todos los protocolos para evitar que suceda. Pero el problema es encontrar un camino para buscar consensos.

P. ¿Hay riesgo de estallido social en Argentina?

R. Hay un clima social complicado, pero descarto que eso nos lleve a un estallido terminal. Hay un malestar creciente, una enorme mayoría que siente que se perdió una oportunidad, que se desilusionó porque el cambio prometido no fue tal. Pero de ahí a una crisis terminal no veo espacio. Macri acabará su mandato, no veo escenario tipo el de 2001. Eso es una gran evolución. Un país es confiable cuando puede administrar las crisis. Si logramos canalizar la crisis con soluciones por la vía institucional marcará nuestra mayoría de edad. Argentina debe resolver sus problemas en las elecciones y no en un estallido social, en eso estamos trabajando.

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