Esta vez se trata del quien fuera jefe comunal en Iruya. Un informe de auditoría puso el ojo en las finanzas municipales y halló inconsistencias.
La fiscala penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Ana Inés Salinas Odorisio, imputó provisionalmente al ex Intendente de Iruya, Alfredo Soto, por el delito de peculado (dos hechos). Durante la audiencia, el ex mandatario se presentó con un abogado particular y se abstuvo de declarar, aunque presentará su descargo por escrito.
Todo derivo de una denuncia radicada por la apoderada de la Municipalidad de Iruya. Esta mujer informó que una auditoría realizada a las finanzas de la comuna mostró un faltante de $7.773.758,89 y que, luego de finalizado el mandato de Soto (2015/2019), ingresó un informe de cheques rechazados (emitidos un día antes de la finalización de la gestión) por un valor de $ 5.397.032,62.
El análisis efectuado por el Gabinete de Delitos Económicos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) estableció la existencia de tres cheques librados por el Intendente a favor de la Municipalidad de Iruya por $970.000 y que fueron cobrados por él mismo. No existiría una rendición de cuentas.
Por otra parte, en el período 2015/2019, la Municipalidad de Iruya recibió de los programas sociales AIPAS, Asistencia Critica y Pan Casero un importe total de $14.594.982,93, de los cuales sólo habrían sido rendidos $8.716.909,50, quedando un saldo pendiente a rendir de $5.878.073,43.
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