Un informe revela que el 77,4% de los estudiantes de la UNSa son primera generación universitaria. También destaca que el 45% del alumnado salteño en esa casa de estudios proviene de los estratos socioeconómicos más bajos.
El reciente estudio titulado «Ingresos familiares, pobreza y condiciones de vida de estudiantes universitarios en la provincia de Salta» -elaborado por el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNSa- arroja datos reveladores sobre la composición socioeducativa del estudiantado universitario salteño en un contexto en el que muchos se encuentran luchando por mejoras en el presupuesto vetado por el gobierno de Javier Milei.
Los resultados, basados en la Encuesta Permanente de Hogares del tercer trimestre de 2023, muestran que en el sistema público universitario, el 7,5% de los estudiantes tiene padres con primaria incompleta, el 31,3% con primaria completa, el 38,6% con secundario completo, y solo el 22,6% cuenta con progenitores que completaron estudios superiores.
La investigación evidencia una marcada diferencia entre el sistema público y privado. Mientras que en la universidad pública el 77,4% son estudiantes de primera generación. Esta brecha se acentúa aún más en localidades del interior provincial, donde apenas el 17,6% de los estudiantes son hijos de padres con estudios superiores.
En materia socioeconómica, el contraste es igualmente significativo. El estudio revela que el 45% de los estudiantes de la universidad pública proviene de los estratos de ingresos más bajos, mientras que en las instituciones privadas esta cifra solo alcanza el 17%. En contraposición, el 65% del alumnado de universidades privadas pertenece a estratos de altos ingresos, porcentaje que en la universidad pública se reduce al 30%.
La situación de vulnerabilidad económica se refleja en que más del 50% de los jóvenes de la provincia habita en hogares cuyos ingresos no cubren el costo de una canasta básica de bienes, mientras que el 12% no alcanza a cubrir una canasta básica de alimentos. El informe señala que estas cifras de pobreza monetaria son las más elevadas de los últimos 8 años, posicionando a Salta, junto con Chaco, como las provincias con mayor pobreza estructural del país.