Ignacio Colombo Murúa había apuntado contra dos concursos y ahora desistió voluntariamente de la acción que había emprendido. ¿Un desistimiento para evitar una investigación?
El Juez de Garantías Ignacio Colombo Murúa voluntariamente desistió de la acción que había dirigido en noviembre contra dos concursos para elegir jueces del Tribunal de Impugnación.
El magistrado había desaprobado en uno de los concursos y en el otro obtuvo un puntaje muy inferior al de los demás concursantes; situación que motivó un inusitado movimiento del aparato judicial. Allá por el mes de noviembre, los cañones del novel juez apuntaron primero contra un secretario mejor calificado y luego la artillería se extendió al resto de abogados de la calle y jueces que competían.
La jueza Lucía Brandán Valy, en una sentencia que muchos calificaron de escandalosa y “amañada”, había declarado la nulidad de los dos concursos cuestionados por Colombo. Ello provocó que muchos profesionales del derecho atribuyeran el dictado del fallo a la acción de la corporación judicial en defensa de uno de sus miembros. En el ambiente abogadil era un comentario sostenido que la jueza no actuó sola y que su resolución hubiese sido muy distinta si no se trataba de un colega.
Por estas horas, se especula que el desistimiento persigue evitar que la Corte de Justicia tome conocimiento de las actuaciones y deba revisar la sentencia, ante el temor que ello pueda dar lugar a investigaciones sobre la conducta de Colombo, Valy y los demás jueces que actuaron en un proceso que, según muchos afirman, habría estado arreglado.
