El senador nacional sigue recibiendo duras críticas por su intervención.
El diario Tiempo Argentino analizó este domingo la figura del senador nacional por Salta, Rodolfo Urtubey, y lo calificó como un «neandertal fisgón» por sus recientes intervenciones en el Senado.
«Nadie fue más notable que el salteño Rodolfo «Tolo» Urtubey al soltar –ya en el campo de las Ciencias Morales– lo de que «la violación intrafamiliar no tiene la configuración clásica de la violencia sobre la mujer», escribió el reconocido periodista Ricardo Ragendorfer, autor del artículo.
El periodista analizó las distintas posturas de los senadores que se opusieron a la legalización del aborto y consideró que con razonamientos atados a las creencias religiosas, los legisladores establecieron «un grave impedimento a la Salud Pública». «Y con la misma cosmovisión suelen legislar otras tantas calamidades de efecto inmediato en la vida de los ciudadanos. El senador Urtubey es en tal sentido un ejemplo viviente«, expresó.
«A los 59 años, este exjuez en lo criminal (durante once años) que llegó al Senado en 2014 por el Frente para la Victoria (FpV), terminó por abjurar a ese bloque y en la actualidad es allí la espada de su hermano menor, Juan Manuel, el gobernador de Salta. Es de resaltar que este último –un tipo con ensoñaciones presidenciales– tiene una visión del mundo ‘hermanada’ con la de Rodolfo. Prueba de eso –y aprovechando el tema del aborto– fue su ocurrencia de controlar la maternidad adolescente con inteligencia artificial. ‘Así se puede prever cinco o seis años antes, con nombre apellido y domicilio, cual es la niña que está en un 86% predestinada a tener a tener un embarazo adolescente’, dijo, muy serio, en abril por televisión», indicó.
«En este contexto no es un dato menor que los hermanos Urtubey sean en su provincia la contracara ‘positivista’ del diputado de Cambiemos, Alfredo Olmedo, un abanderado de la Prehistoria», siguió el periodista, que agregó que «paralelamente, el hermano mayor suele apoyar al PRO en significativas epopeyas parlamentarias. Bien vale evocar una reciente: su gran contribución al proyecto de endurecimiento del Código Procesal Penal. De su coautoría –compartida con el entrerriano Pedro Guastavino, otro peronista de lealtades zigzagueantes– eran todos los incisos del artículo 175, referido al espionaje electrónico».
«Lo cierto es que dicho proyecto nació al calor de sus fantasías por ser el reemplazante de Alejandra Gils Carbó en la Procuración. Y hay que reconocer su colosal empeño por transformar tal reforma en ley», analizó Ragendorfer. «De modo que su tratamiento estuvo manchado por intrigas palaciegas no precisamente inspiradas de Shakespeare. Al comenzar abril fue aprobada a hurtadillas por la Comisión de Justicia –presidida por el senador Guastavino– para así eludir la participación en el debate de referentes sociales y expertos. Aquella fue maniobra digitada entre bastidores por Urtubey», explicó.