Se acerca la temporada de verano y el Gobierno Nacional quiere mantener la temporada de pie. Se promoverá el uso de autos particulares y de actitudes responsables. Esperan lograr la movilización de unas 10 millones de personas.
Aún con la incertidumbre acerca de la dimensión que tendrá la temporada, algunas certezas se tienen en el Ministerio de Turismo y Deportes. Habrá vuelos internacionales e interprovinciales y –si bien cada provincia podrá tener sus propios requisitos– desde el Estado Nacional no se va a requerir de hisopado previo o test negativo para trasladarse. Hasta el momento, aclaran además en relación a las noticias que circularon en la última semana, “ningún destino pidió cancelar su temporada”.
Las medidas de los últimos días fueron claras en ese sentido: la habilitación de las actividades turísticas en la ciudad de Bariloche –cuyo “cupo de admisión” de 500 visitantes se agotó de inmediato– y el lanzamiento del programa Previaje, que permitirá obtener el reintegro del 50% de los gastos hechos en actividades turísticas este verano. Esperan lograr una temporada que movilice entre ocho y diez millones de personas, superando la mitad de un año habitual, que implica unos quince millones de turistas.
Turismo responsable
“Llevamos siete meses sin trabajar. Y la verdad es que en este momento, cualquier movimiento que tengamos ayuda. Para nosotros está claro que debemos aprender a convivir con el virus, ya no estamos esperando a que una vacuna nos salve en el corto plazo. Necesitamos relanzar la actividad turística cuanto antes”, dijo a Página/12 Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT). La institución calcula una pérdida de más de 70.000 puestos de trabajo en el sector desde que empezó la pandemia.
En la última semana hubo reuniones entre la cartera de Turismo y los intendentes de la Costa Atlántica y de Córdoba –que abarcan en conjunto el 70% del movimiento turístico de verano– para coordinar la reactivación. La batería de medidas que trabajaron apuntan al concepto de “Turismo responsable”: desarrollar a lo largo de toda la temporada una fuerte promoción de los cuidados y protocolos que deben respetarse para evitar contagios. Distancia social, higiene permanente de manos y barbijo: la santísima trinidad del verano.
La creación del Consejo Interministerial de Turismo –que involucra a las carteras de Salud, Transporte y Seguridad–, el Operativo Sol, la formación de promotores y promotoras de salud en cada localidad turística, el Plan DetectAr en cada destino y la inversión en los sistemas sanitarios serán las principales herramientas que pondrá en juego el Estado. Otro de los puntos clave del verano será la imposibilidad de organizar eventos masivos y el incentivo para planificar los viajes en auto –que implican el 70% en una temporada habitual– por sobre trenes, aviones y micros. A lo que se sumará el rediseño de la aplicación Cuidar con el objetivo, por ejemplo, de evitar que las playas registren aglomeraciones de turistas.