Se trata de la doctora Lorena Torres, que reemplazará al despedido Santiago Payo, que la semana pasada se había quejado de la falta de recursos, pago de salarios y personal.
La doctora Lorena Torres es la nueva gerenta del hospital Juan Domingo Perón de la ciudad de Tartagal. El cargo fue confirmado ayer por el ministro de Salud de la Provincia, Juan José Esteban.
Torres tiene 46 años, es médica graduada en la Universidad Nacional de Tucumán, especialista en Reumatología. Actualmente cursa un posgrado en Gestión de Salud y tiene más de diez años de experiencia en Salud Pública, trabajando en el hospital Juan Domingo Perón. Hasta ayer era la subgerenta.
«Hemos conversado sobre los objetivos de trabajo en el hospital, teniendo como prioridad a cada paciente. Eso significa trabajar en equipo, en forma interdisciplinaria y en red, sumando a todos los prestadores de salud. Es un trabajo que se tiene que hacer con todos los actores para mejorar la calidad de atención», dijo Esteban, según difundió el Gobierno.
Torres tendrá ahora bajo su responsabilidad al hospital y a diez centros de atención primaria de la salud y tres puestos sanitarios. Una población aproximada de 250 mil personas entre Tartagal, localidades aledañas y de la región fronteriza con Bolivia.
Una tarea complicada
Torres deberá enfrentar el panorama sombrío que su antecesor describió, algo que le valió el despido tras pasar un año y dos meses en el cargo.
La semana pasada, Payo había asegurado que «en el Gobierno todos miran para el costado y nadie quiere hacerse cargo» de la pésima situación sanitaria de la zona, donde hay más de cincuenta trabajadores que exigen mejoras y pagos atrasados.
«Vine pagando los sueldos con recursos que el hospital maneja por el pago de obras sociales, nunca se me mandó recursos para pagar a esta gente. Pagué enero y en febrero ya fue imposible, llegamos a pagar el 50 por ciento y ya no tengo recursos. Vengo pidiendo que se los nombre porque son indispensables», había asegurado el ahora ex gerente.
En Nuevo Diario, Payo había asegurado que los trabajadores en conflicto son todos esenciales y que en realidad hace falta más personal.
«Tengo un médico que me hace la prestación de la emergencia que la tengo que pagar y son cerca de 300 mil pesos de cirugía al mínimo valor que se paga una cirugía, es decir a valores IPS. Gracias a eso no derivamos las emergencias, porque a un tipo que ingresa con un tiro en el pecho no se lo puede derivar. Las emergencias se tienen que tratar acá o se mueren», explicaba, y decía que todas las ollas del hospital estaban «todas sin fondo, todas raspadas».