El presidente quería que su elección por “decreto” de dos jueces de Corte fuera avalado por el senado. Juan Carlos Romero levantó la mano, pero una mayoría que incluyó a legisladores K, macristas y hasta libertarios rechazó los pliegos.
Una amplia mayoría en el senado decidió ponerle fin al capricho presidencial que generó un grave conflicto institucional cuando logró que la Corte Suprema tomara juramento a uno de los jueces designado por decreto sin contar con la aprobación del senado, que resulta central en estos procedimientos.
La cámara alta nacional finalmente logro quorum para tratar el tema y las postulaciones presidenciales fueron rechazadas. El académico Manuel García Mansilla obtuvo 51 votos en contra. Se trata del juez que ante los propios senadores había manifestado que nunca accedería a la Corte vía decreto, aunque finalmente juró como Juez de Corte después que Milei lo designara por decreto. Las versiones indican que en las próximas horas García Mansilla renunciaría al cargo. El otro pliego enviando por el presidente, la del juez federal Ariel Lijo, junto 43 votos en contra. Ninguno obtuvo los dos tercios necesarios.
Un total de 51 senadores rechazaron el pliego y entre ellos había referentes del kirchnerismo, del peronismo no kirchnerista, del radicalismo y del PRO; mientras un total de 20 senadores pertenecientes a distintos espacios del oficialismo y de bloques aliados. Entre ellos se encontraba el ex gobernador de Salta y actual senador, Juan Carlos Romero.
Se sabe que el senador nacional desea la reelección este año en el Congreso. Al menos eso es lo que informó su hijo, Juan Esteban Romero, hace una semana en una entrevista en el programa “Día de Miércoles”. “Tiene intenciones de renovar la banca, eso es lo que entiendo”, dijo Romero sobre su padre, para luego agregar que hay conversaciones con La Libertad Avanza para que el ex peronista y ex macrista tenga lugar en una lista de los libertarios.
Conviene recordar que en el último año el ex gobernador de Salta se volvió un aliado clave de Milei en el Senado. Ayer quiso hacerlo de nuevo levantando la mano, pero las irregularidades eran tantas que hasta senadores macristas rechazaron lo actuado por Milei.
