El secretario general del sindicato que nuclea a ese sector dijo que la gestión de Javier Milei busca romper «la protección que tienen los trabajadores» a través de los sindicatos. Agregó que hay estado de alerta por la falta de acuerdo en las paritarias.
El secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio de Salta, César Guerrero, criticó al gobierno nacional por no homologar las paritarias y aseguró que la gestión de Javier Milei busca romper con el modelo sindical y «la protección que tienen los trabajadores». Agregó que «todo lo colectivo» es «mala palabra» para los funcionarios.
Sobre Milei y el modelo sindical argentino, Guerrero dijo que «lo está tratando de quebrar desde el primer momento, desde el primer DNU, desde la Ley Bases».
«Todo lo colectivo para este gobierno parece que es mala palabra. Rompen la protección que tienen los trabajadores, no solo de comercio, sino de cualquier organización gremial. Todo eso está en riesgo», dijo Guerrero.
En Nuevo Diario, el sindicalista agregó que la negativa a homologar paritarias no sólo lesiona derechos laborales, sino que también implica un mensaje intimidatorio por parte del Estado nacional con un posible efecto en otros gremios.
«Nos parece una forma muy amenazante de que el gobierno te diga: si no se sientan a rediscutir, esto no se homologa, como diciendo ‘a otra historia'», dijo, y agregó que en Salta el gremio se mantiene en estado de alerta.
Guerrero explicó que el 29 de abril se firmó el acuerdo paritario entre la FAECYS y las cámaras empresarias que representan al sector, como la Cámara Argentina de Comercio, CAME y UDECA. El convenio contemplaba un aumento del 5,4% en tres tramos (abril, mayo y junio), más tres sumas fijas de $35.000, $40.000 y $40.000 respectivamente. «Se acordó un aumento salarial de 5,4% en tres tramos… Todo eso fue firmado entre las partes y se remitió, lógicamente, al Ministerio de Trabajo de la Nación para su homologación, como ocurrió en el trimestre anterior», explicó. Sin embargo, el Gobierno nacional se negó a homologarlo argumentando que no se ajusta a su pauta inflacionaria del 1% mensual, y citó a las partes a rediscutir el acuerdo, algo que fue rechazado por la Federación.
«Es la primera vez que directamente, lisa y llanamente, el gobierno sale y dice ‘no vamos a homologar porque no es lo que nosotros decimos’. El rol del Estado, históricamente, fue ordenar, mediar, y hasta fallar a favor del trabajador. Esto es insólito», sostuvo Guerrero, y agregó que un incremento del 1%, como pretende el gobierno, representaría apenas $9.000 de aumento. «Una vergüenza», dijo.