María Elena Sánchez es hermana de Ramón, uno de los jóvenes del Operativo Cóndor que en 1966 secuestró un avión y lo dirigió a las Islas para reclamar su soberanía. Los libertarios retiraron de casa de gobierno una de las banderas usadas en la acción.
La mañana del 28 de septiembre de aquel año, 17 hombres y una mujer que se reivindicaban peronistas hicieron aterrizar un avión de Aerolíneas Argentinas en el aeropuerto de las islas ocupadas y las tomaron simbólicamente. El líder del grupo era Dardo Cabo, un dirigente de Tacuara e hijo de un reconocido militante de la Resistencia Peronista llamado Armando Cabo.
Dardo se había comunicado días antes con el director del Diario Crónica, el legendario Héctor Ricardo García, para informarle que si sacaba un pasaje en el vuelo que partiría desde Aeroparque hacia Río Gallegos presenciaría acontecimientos dignos de ser narrados. García le hizo caso a su olfato y compró el ticket. El resultado fue que pudo narrar unas de las crónicas más épicas del largo reclamo nacional por la soberanía de las Islas Malvinas: los jóvenes tomaron el control de la aeronave y la dirigieron hacia el territorio ocupado por los británicos.
El resto puede imaginarse. Durante días, la prensa daría cuenta del operativo al que calificaban de hazaña, resaltaban la corta edad de los protagonistas, publicaban la proclama difundida por los miembros del operativo y narraban la tensión que durante dos jornadas protagonizaban los jóvenes que estaban a un paso del enfrentamiento directo con los militares ingleses. También aportaban datos de los “18 patriotas de la gran hazaña”. Uno de ellos era “Ramón Adolfo Sánchez: argentino, de 20 años, soltero, nacido el 16 de julio de 1946. Profesión: obrero. Domicilio: Castro Barros 2065, Martínez, provincia de Buenos Aires” (Crónica, jueves 29 de septiembre de 1966, página 7).
Ramón es hermano de María Elena, hoy una de las referentes en Salta del Movimiento de Jubilados que cada miércoles se moviliza para oponerse a las medidas que el gobierno de Milei impulsa e impacta en ese sector. Hoy tiene una razón más para oponerse a las políticas libertarias: el ejecutivo nacional quitó de una vitrina del patio Malvinas Argentinas la bandera izada en las Islas en 1966 cuando María Elena tenía 13 años y se enteró por los medios que su hermano era parte del Operativo Cóndor.
En entrevista con el programa Cuarto Oscuro, de FM La Plaza 94.9, relató cómo se vivían esos años y recordó la imagen de su hermano, además de comentar cómo sienten el embate del gobierno libertario. Al respecto, señaló: “Gracias por compartir esta situación tan dolorosa para los cercanos y mucha gente no está al tanto del operativo Cóndor en las Malvinas, pero ha sido un hecho que trascendió no solo aquí, tiene escrito varios libros, en varios libros los han declarado como héroes nacionales, porque el hecho fue trascendente, imaginate la militancia en 1966, yo tenía trece, catorce añitos y estos pibes, compañeros militantes, recibían todo tipo de formación porque era un riesgo que corrían que estaban dispuestos a jugarla, porque los los ingleses con la posesión que han hecho con las Islas Malvinas, vos viste, hoy está demostrado, estuvieron y están dispuestos a todo, porque Malvinas no solo son argentinas, sino que además son un punto estratégico a nivel geoeconómico y político y bélico muy muy fuerte, muchos años se han plantado como han querido”.
Consultada por cómo fue el día que se enteró que Ramón Adolfo era parte del operativo, comentó: “fue terrible. Porque eran chicos y bien laburantes, estudiantes, pero tenían algún algún sustento como para decir nos vamos de mochileros al sur, vamos un mes y volvemos, nos vamos acá, nos vamos allá y lo que iban eran a formarse y capacitarse y entrenarse para ese cambio ¿entendés? Y bueno, mis viejos lo veían así. Pero cuando escuchamos en la radio la nómina y leímos en Crónica, mi vieja se desmaya, para mí fue un shock, una cosa muy fuerte, porque yo temía por la vida de ellos, pero digo de verdad, si bien ellos iban armados por si había un enfrentamiento, pero no tiraron una bala, llevaron todo y no tocaron nada. Las banderas cuando ellos acorralan al avión y los amenazan, ellos bajaron igual y les quieren secuestrar las banderas y el que estaba a cargo, el que conducía la movida, les dijo que a los únicos que iban a darles las banderas era al cura de ahí, de Malvinas, un cura católico, porque estos pibes en esa época estaba el movimiento Tacuara, mi hermano y los otros dieciocho también. Eran tacuaras que era un movimiento peronista, católico, muy jugados…”.
Más adelante en la entrevista, María Elena recordó cómo fue que detuvieron a su hermano y a los otros participantes del operativo: “En momentos cuando ellos llegan allá les entregan las banderas al cura, no se entregan al ejército inglés, al contrario ellos se bajan y hacen que ellos, los ingleses, se retraigan a una casita que hay ahí que vos la vas a ver y se quede todo calmo. Onganía por supuesto en vez de defenderlos, de última decir bueno compañeros muy bien lo que hicieron, vuelvan. No, no, les mandaron un barco, los pusieron en un barco y los tuvieron presos un año en Ushuaia, nada más y nada menos. Entonces claro, todas las familias tuvieron que aguantar, mantenerlos bien, les mandaban comida los abogados, el Doctor Verrier, el papá de Cristina Verrier, una de las chicas que fue una sola mujer, y el Doctor Torres eran sus abogados, quedaron inhibidos comercialmente por diez años por por el tema del avión, porque quedó hecho percha cuando descendieron ahí y bueno todo fue muy triste porque un año de los pibes en Ushuaia ¿te imaginas? Y yo todos los días escuchando porque todos los días ese año Radio Colonia nos mantenía informados y Crónica porque García fue con ellos y volvió ¿no? Nos mantenían informados, a Ricardo García no lo metieron preso, a los chicos sí. Y de las banderas quisieron flamear con un orgullo para todos, porque te juro que eso me convirtió en rosista, en fanática nacionalista. Después me corregí en muchas aristas y todas las que tenía, pero estas banderas flamearon 48 horas en las Islas Malvinas como un acto de soberanía y de fortaleza porque no han derramado sangre, no han tirado una bala, con la presencia y firmeza de estos pibes. Yo digo qué militancia que teníamos ¿no? Yo me acuerdo de esos grupos jóvenes cuando yo era pequeña, cómo se jugaban”.
Consultada por la decisión del ejecutivo nacional de retirar la bandera de Casa Rosada, María Elena fue tajante al señalar: “Yo lo que estoy insistiendo en que me devuelvan a mí esa bandera, estos hijos de puta no tienen idea de lo simbólico para el país y la patria que ellos no tienen y destruyen. Si no la quieren, que la devuelvan, que me la den. Quiero rescatar esa bandera porque en algún momento recuperaremos los valores de soberanía y defensa de nuestro pueblo. Nuestro pueblo va a despertar en algún momento”. Luego amplió: “Alguien me dijo algo que para mí es imposible, que consiga un mail o contacto con la vicepresidenta Villarruel para reclamarle la bandera. A lo mejor esta mina que se disfraza de nacionalista, hace algo ¿viste? Porque yo quiero la bandera, me importa un carajo ellos. Son siete banderas, una está en Casa Rosada, la otra está en el Museo Islas Malvinas, en fin, están distribuida por lugares simbólicos que hacen a la soberanía nacional, pero esa la quiero guardar yo y cuando vuelva un gobierno democrático y digno, entregarla de nuevo a la Casa Rosada”.
Antes de finalizar la extensa charla radial, se le preguntó a María Elena cómo recordaba a su hermano y cómo fueron sus años finales, y la respuesta fue: “Mirá… mi hermano, yo tenía diferencias porque él era muy ortodoxo, yo tenía diferencias ideológicas, él me decía, vos fuiste a la facultad y te marearon con todas las nuevas… la formación de las universidades que son del sistema dominante, que tiene razón. Bueno, pero no obstante, el título lo tenés que sacar de ahí y después formarte con lo que vos quieras. Teníamos discusiones, muy jugado, él me indicaba, todo esto que pasó me lo indicaba. Cuando yo me quería sumar en el 83 con los jóvenes de esa época que fueron a Malvinas, mi hermano me decía no María Elena no lo hagas, no es como nosotros, están yendo al matadero, son unos hijos de puta, porque si quisieran tomar las Malvinas -y me desplegó un mapa enorme-, de Malvinas tendrían que entrar por acá a hacer… cómo van a llevar a pibes de dieciocho años que en su vida agarraron un arma, los van a hacer añicos. No obstante eso guardo todo el respeto por la gesta de los combatientes de Malvinas, pero fue una entrega alevosa y a mi hermano se le caían las lágrimas de impotencia, pero estaban como guardaditos porque sacaban la nariz del horizonte los hacían boleta. Y después otra cosa que me acuerdo, muchas cosas me acuerdo, pero cuando yo le hablaba de la humanización, le decía bajen un poquito los niveles, así con violencia no se llega a nada. Después él muere, en el 2001, porque yo en mi vida fui menemista y yo era la oveja negra, ellos en mi casa eran menemistas. Y cuando yo les dije ¿sabes por qué no soy menemista? Porque es hijo de puta de Menem, va a privatizar, va a hacer esto, esto y esto, en el 2001 él entra en una depresión terrible a fines de los noventa, noventa y ocho, yo creo que fue impotencia, muchos jóvenes de esa época entraron en enfermedades emocionales y mi hermano cayó en una depresión absoluta y empezó medio a delirarse, como fuiste venerado, iba al casino, bueno, tomaba y no tenía que tomar, no era alcohólico pero le pegaba en el poste y en el 2001 va camino a la clínica a ver a su médico que le haga los estudios y se desvanece en la puerta de la clínica y muere justamente el 21 de abril del 2001 y estaba en terapia intensiva y yo le dije hermano no mueras que justo al otro día nace mi primera nieta, que nace tu nieta y él a mí, no lo estoy delirando, me apretó la mano, porque antes de todo eso me dijo, me duele hermana en uso de lo que decía vos y tu hija Gisela tenían razón, nos entregaron. Y así fue su muerte, yo creo que fue una cuestión de lo que él tenía era diabetes emotiva, eso también yo no sabía que existía, fue una cuestión de impotencia, de dolor, de sentirse parte de un gobierno de mierda, etcétera”.