Las autoridades policiales descartaron la presencia de explosivos en un establecimiento educativo capitalino, tras un reporte que alertó sobre un supuesto artefacto.
Una mañana de tensión se vivió en un colegio de la calle Coronel Suárez al 300, en la capital provincial, luego de que un directivo del establecimiento alertara al 911 sobre un presunto artefacto explosivo dentro del edificio.
El reporte ingresó poco después de las 8:00, desencadenando la movilización de recursos policiales y la intervención de la Brigada de Explosivos.
Tras una exhaustiva inspección, los especialistas descartaron la existencia de cualquier elemento explosivo en las instalaciones, confirmando que se trató de un falso reporte.
Desde la policía local recordaron a los salteños que este tipo de situaciones, conocidas como «amenazas de bomba», constituyen un delito grave tipificado en el artículo 211 del Código Penal como intimidación pública.
Además advirtieron que quienes realicen llamadas falsas o bromas al Servicio de Emergencia 9-1-1, indicando la presencia de explosivos en lugares determinados, serán intervenidos judicialmente para establecer la responsabilidad de su conducta.