El ave y el felino se hallaban heridos, por lo que fueron puestos bajo observación profesional. En tanto que la serpiente fue liberada en su hábitat natural.
Durante la última semana, el personal de la división Rural y Ambiental de la Policía de Salta tuvo tres rescates de animales de grandes dimensiones. Dos de ellos en peligro de extinción.
El primer caso fue informado el miércoles 22 de mayo, se trataba de un puma “que se encontraba maniatado y herido”. El rescate tuvo lugar en el paraje Saladillo, sobre Ruta Nacional 68. El felino había sido capturado por pobladores de la zona y lo tenían atado con cuerdas. Tras ser rescatado lo trasladaron “a la Estación Fauna Autóctona para su cuidado y recuperación”.
Dos días después, el viernes 24, la prensa policial anoticiaba sobre otra incursión de la Rural y Ambiental, esta vez para rescatar a un cóndor andino collar blanco que se encontraba herido en la curva de Viñaco, departamento de Chicoana.
El ave herida fue reportada por el Centro de Coordinación Operativa. Al llegar los rescatistas se dieron con que no podía alzar vuelo “por una aparente lesión en sus alas”.
Tras la intervención de un veterinario que constató las heridas del animal, fue derivado a la Estación de Fauna Autóctona de Finca Las Costas.
El fin de semana siguió el trabajo, esta vez para realizar el rescate de una serpiente de grandes dimensiones: una boa. Según informa la prensa policial, se trataba de “un ejemplar de lampalagua de aproximadamente 2 metros”.
El rescate tuvo lugar en Tartagal, donde llamaron al 911 los vecinos del barrio Picapiedra. Ahí, el lunes 27 de mayo, en horas de la tarde alertaron “sobre la presencia de una lampalagua en el techo de una vivienda”.
Todo terminó bien porque los uniformados de la Rural y Ambiental “lograron poner en resguardo al reptil para luego traslado y liberarlo a su hábitat natural, en las serranías del paraje San Roquito”.