Todos los gobernadores coinciden en la declaración de la cuarentena y en mantenerla, pero saben que sus ingresos se resienten. La emisión de bonos provinciales no se descarta.
Lo último fue sugerido por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, en la reunión que los mandatarios mantuvieron con el presidente de la nación la semana pasada: «Emite la Nación o van a empezar a emitir las provincias», expresó el cordobés esa vez, según el diario Clarín.
La sentencia se relaciona con las medidas preventivas por el coronavirus que dictó Alberto Fernández, que insoslayablemente afecta los ingresos públicos y las cuentas del Estado. «La coparticipación de marzo se va a desplomar, porque se desploma la recaudación», explica un gobernador a Clarín y aporta otro factor: en crisis, caen los ingresos y sube el gasto porque las acciones para enfrentar el coronavirus demandan inversiones millonarias en todo el mundo.
En Gobierno admiten que el mapa actual es duro: solo 6 provincias, sobre 24 jurisdicciones, están en condiciones de afrontar sin asistencia extra el pago de los salarios y de garantizar los servicios esenciales.
Hay otro pelotón que está en «amarillo», es decir que depende del mes y las condiciones generales, mientras que un grupo último de unas 8 provincias necesita, mes a mes, asistencia. Ese escenario se hizo más dramático en las últimas semanas y se anticipa, todavía, más temerario.
En enero, la «copa» a las provincias aumentó 34% respecto a enero 2019 pero la inflación enero-enero fue de 57%. Es decir, las provincias perdieron 23 puntos respecto a la inflación. En febrero, esa brecha se achicó: la «copa» Federal aumentó 45% pero la inflación interanual fue de 55%, es decir perdieron 10. Zamora, en nombre de varios mandatarios, pidió que Nación garantice que la masa coparticipable de marzo sea equivalente a la de marzo 2019 más un 45%.
En ese marco, trascendió también que en la reunión del jueves las provincias ya pidieron a la Nación que libere buena parte de los $70.000 millones que dispone en concepto de ATN y los reparta para hacer frente al pago de salarios y otras obligaciones. Recortes salariales y hasta emisión de bonos son algunas opciones que están en la cabeza de los gobernadores, si es que los fondos no llegaran en tiempo y forma.