sábado 7 de septiembre de 2024
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No está libre de pecados | La iglesia, las muertes de niños salteños y un pedido de misericordia con gusto a poco

La Pastoral Aborigen emitió un documento referido a la situación de pueblos y comunidades originarias. El documento lleva la firma de los obispos Luis Scozzina (Orán), Juan José Chaparro (Bariloche) y Ángel José Macin (Reconquista).

«No es posible morirse de hambre en la tierra bendita del pan», afirman los obispos católicos argentinos responsables de la Pastoral Aborigen en el documento donde los obispos piden «asumir una actitud misericordiosa que nos libere de la indiferencia y del sensacionalismo mediático y nos haga solidarios con sufrimiento de los más olvidados».

El documento apareció bastante tiempo después de conocidas las trágicas muertes y del asombro explicitado por varias celebridades, llama la atención sobre la «realidad angustiante que viven los pueblos y comunidades originarias y también criollas de la región de nuestro Chaco Argentino, por la desnutrición y muerte de los niños, la falta de agua potable y otros flagelos» y señalan que «es necesario escuchar el clamor de las comunidades originarias».

Con buena resignación cristina, los obispos “admiten” que «no podemos dar respuestas inmediatas a las urgencias sociales y sanitarias que viven muchas comunidades» piden sin embargo que se deje de lado la indiferencia y que haya compromiso para encontrar respuestas a la situación.

Los obispos citaron el reciente documento del papa Francisco sobre la Amazonia para iluminar la situación de los pueblos originarios norteños. En el breve texto los obispos señalan que «una sociedad que no sabe cuidar de los niños y de los grupos más vulnerables corre serios riesgos de implosión y muerte». Razón por la que, dicen, «no podemos hipotecar nuestro futuro ni dejar que nos roben la esperanza, ya que no es posible morirse de hambre en la tierra bendita del pan».

El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) subraya que «es necesario escuchar el clamor de las comunidades originarias, que nos interpela como Iglesia y como sociedad, comprometiéndonos a dialogar y articular» y adelantan su compromiso junto a «las organizaciones de la sociedad civil que acompañan diversos emprendimientos comunitarios y de asistencia en el territorio, y con los gobiernos locales, provinciales y nacional» para generar «acciones concretas y también estructurales, que modifiquen la realidad actual».

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