El titular del Centro de Jubilados de ATE Salta, Florencio Gabino Díaz, denunció que los 18 productos que contenía el bolsón original se redujeron a 10. La nación también les advirtió que desde noviembre podrían restarle la harina.
Ya pocos dudan de que los jubilados argentinos son uno de los sectores más golpeados por el gobierno nacional que a la hora de ajustar gastos, no duda en apuntar contra los sectores más vulnerables. Esto volvió a ocurrir. Lo denunció uno de los referentes de los jubilados que se organizan en ATE quien señaló que los abuelos salteños se ven afectados con la quita de productos alimenticios de los denominados bolsones que entrega el PAMI.
Florencio Gabino Díaz indicó que el valor del bolsón – que se fija cada fin de año al aprobarse el presupuesto – queda desactualizado en los meses subsiguientes por los efectos de la inflación y por tal motivo los proveedores deciden en primera instancia mermar la calidad de los alimentos, a fin de cubrir los $243 del módulo alimentario; medida a que luego le sigue otra más extrema: directamente restarle productos. En otro orden, Díaz destacó por FM Profesional que ya les adelantaron que en noviembre recibirán el bolsón, pero sin el paquete de harina con lo cual el derrotero ha sido el siguiente: de los 19 productos originales se pasaron a 10 y a partir de noviembre esos 10 se convertirán en 9.
Hoy el bolsón incluye leche en polvo, un paquete de galletas, un paquete de fideo, una caja de puré de tomate, una caja de té, un paquete de sémola, un paquete de arroz, un paquete de azúcar, una botella de aceite y un paquete de harina. Este último producto sería el que se restaría el mes que viene. La situación evoca al tango “Esta noche me emborracho”, del genial Enrique Santos Discepolo en donde un extracto de la letra enfatiza que la máxima deshonra para un ser humano era “quitarle el pan a la vieja”.