El Decreto 696/2024 supuso la muerte “administrativa” del Instituto que en Salta diagramó y convirtió en leyes y ordenanzas políticas para combatir la xenofobia, el racismo y la discriminación.
«Faltaba su muerte administrativa: mañana el INADI habrá dejado de existir para siempre. Fin.», anticipó este lunes por la noche el vocero presidencial, Manuel Adorni, sobre el Decreto 696/2024 que fue publicado en el Boletín Oficial bajo la firma del presidente libertario.
«Disuélvese el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (INADI), organismo descentralizado actuante en el ámbito del Ministerio de Justicia», estableció el documento en su artículo 1°. En paralelo, ordenó la «transferencia de la totalidad de los recursos materiales y financieros» al Ministerio de Justicia.
En el decreto se indicó que se descubrieron «irregularidades en la contratación de personal, arrendamiento de inmuebles y utilización de recursos», como así también «sobredimensionamiento excesivo de la estructura funcional «. El funcionamiento que poseía la Delegación Salta del Instituto desmiente el relato libertario al respecto.
Hasta la asunción de Javier Milei en diciembre pasado, la delegación provincial funcionaba en oficinas que había cedido la Universidad Nacional de Salta y contaba con apenas cuatro profesionales. De ese número, tres eran contratados. Todos fueron dados de baja por el actual gobierno una vez que se vencieron sus contratos. El restante sí era personal de planta que ahora se encuentra a disposición del ejecutivo nacional que puede afectarlo a otros organismos.