El asesor presidencial volvió a comportarse como el mafioso de una serie de Netflix. Esta vez, contra un trabajador del diario Tiempo Argentino.
Santiago Caputo ya debería tenernos cansados. El asesor presidencial, que no ostenta ningún cargo oficial en el gobierno de Javier Milei, pero es uno de los personajes más influyentes del núcleo libertario, volvió a comportarse como un matón barato de serie de Netflix. Como si fuera un mafioso de poca monta que necesita mostrarse como un pesado para que alguien lo respete.
Lo que ocurrió esta vez fue que Caputo intentó intimidar a Antonio Becerra, fotógrafo del diario Tiempo Argentino, que lo retrató durante su paso por el debate de candidatos a legisladores porteños, anoche en Buenos Aires.
Caputo tomó la credencial de Becerra, que colgaba de su cuello, la miró y le tomó una foto con su celular. Fue una clara acción de supuesta intimidación para con Becerra, que sólo hacía su trabajo.
Caputo este año ya protagonizó varias situaciones que lo muestran como alguien poco serio para formar parte del gobierno nacional. Primero interrumpió la entrevista entre Javier Milei y el periodista oficialista Jony Viale. Les ordenó lo que había que decir, dictó las preguntas y las respuestas. Poco después amenazó al diputado nacional Facundo Manes en el Congreso, luego de que el radical le mostrara una Constitución Nacional al primer mandatario.