Los avisos fúnebres de este martes muestran el gran vínculo que el empresario jujeño tenía con el sector más conservador de la Argentina.
La muerte de Carlos Pedro Blaquier este lunes a los 95 años no pasó desapercibida. El empresario, dueño del Ingenio Ledesma, fue denunciado por haber colaborado con la última dictadura militar. En las últimas horas, mientras sectores progresistas remarcaban su figura como símbolo de la pata civil del proceso, el poder y los sectores más conservadores lo despidieron con dolor.
Uno de los primeros que despidió a Blaquier fue Mauricio Macri, quien usó su cuenta de Twitter para enviar sus «condolencias y cariño» a la familia Blaquier. «Tenía 95 años. Fue de los empresarios más importantes del país. Presidió por más de 43 años el primer ingenio azucarero de la Argentina y fue uno de los referentes de la agroindustria», escribió.
En el diario La Nación de este martes abundan los avisos fúnebres por el fallecimiento. Allí son muchos los que saludan a la familia Blaquier. Desde Horacio Rodríguez Larreta, Carlos Melconián, Horacio Jaunarena, Gino Bogani y hasta Vicente Massot, ex dueño del diario de Bahía Blanca La Nueva Provincia, quien el año pasado fue acusado por «incitación al genocidio» durante la dictadura.
También lo despide la familia Martínez de Hoz «con imborrables recuerdos». Lo propio hacen los empresarios más poderosos del país. Desde los Bulgheroni hasta los Roemmers, pasando por Paolo Rocca y Juan Carlos Bagó. Incluso Daniel Funes de Rioja, de la Unión Industrial.
La Sociedad Rural, el Jockey Club y el Consejo Directivo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires no quisieron ser menos y también participan.
