La cúpula de la Iglesia Católica va y viene entre cristianos que defienden a los condenados por delitos de lesa humanidad y organismos de Derechos Humanos.
No fue difundido con bombos y platillos pero el encuentro es real. El obispo Carlos Malfa y el auxiliar Jorge García Cuerva recibieron a representantes de organizaciones que se hacen llamar defensoras de “presos políticos”.
Entre las organizaciones que defienden a los condenados por delitos de lesa humanidad se encuentran la Asociación de Abogados por la Justiciay la Concordia, que tutela Alberto Solanet, y la Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos de Argentina, con María Cecilia Pando a la cabeza.
La información que brindaron desde la ConferenciaEpiscopal Argentina a P12 es que la entrevista fue solicitada por los defensores de los genocidas detenidos. Querían hacer llegar una carta al Presidente del Episcopado, Oscar Ojea.
Según trascendió, en la carta se denuncia “la escandalosa persecución y venganza contra los acusados de crímenes llamados de ‘lesa humanidad’, por hechos ocurridos en los años setenta”.
Además, hablan del gobierno de CFK como “la tiranía que había avasallado todas las instituciones republicanas” y alientan el pedido de “una generosa amnistía” para represores.
Días atrás el Episcopado había recibido a organizaciones de Derechos Humanos que manifestaron su preocupación por lo que el obispo castrense Santiago Olivera expuso en el diario La Nación. Allí, Olivera sostuvo que los represores condenados son “presos políticos”. Es la misma idea de Pando y sus amigos.
Desde la iglesia descartaron a Página 12 la formación de una comisión especial para analizar la situación de los condenados por delitos de lesa humanidad.